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El compromiso incumplido por Juan Redondo, que fue firmado en 1624, establecía ciertas condiciones que este debía cumplir para que los hijos de Diego Román se apartasen de la causa contra él por el asesinato de su padre. Entre las condiciones pacatadas se encontraban algunas como el exilio de Piña de Campos, la obligación de vivir en Medina de Rioseco o la posibilidad de ir a hacer negocios a Palencia, Burgos o Valladolid aunque sin pasar por ciertas calles ni acudir en días de fiestas. En caso de no cumpirse estas condiciones, se le podría exigir el pago de una multa 200 ducados, la cual es la que reclama Rodrigo Román al descubrir que estaba incumpliendo algunas de esas condiciones pactadas.

Cabe destacar que Rodrigo Román informa que el dinero de la multa iría destinado a la construcción de la ermita de Santa María del Camino, situada extramuros de Piña de Campos.