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A Francisco Maldonado, gobernador de la Gran Canaria, manifestándole que, oído en el Consejo Pedro de Vera acerca de su actuación en la isla de La Gomera como consecuencia del levantamiento de los vecinos de ésta contra Fernand Peraza, al cual dieron muerte, se había hallado que los gomeros por él cautivados 'eran cristianos y libres, y no se habían podido cautivar ni vender' por lo cual le ordenan que, ante todas cosas se les ponga en libertad para que hagan de sí lo que quisieren; y que se torne a las personas qué les habían comprado lo que por ellos habían pagado, para cuya finalidad dicho Pedro de Vera ya había depositado 500.000 maravedís en poder del obispo de Ávila; mandándose ahora que doña Beatriz de Bobadilla, Francisco de Mercado, Juan Verde, Francisco de Espinosa y otras personas, que hubieren vendido también gomeros, declaren lo que por ellos habían recibido y lo entreguen para que los obispos de Málaga y Canaria lo restituyan a las personas que los habían comprado, informando también acerca de quienes eran los gomeros vendidos y las personas que les habían comprado.-Consejo.