Historia Institucional / Reseña Biográfica:
El Plan General de Instrucción Pública de 1842, recogiendo lo que para la Península en 1836 se llamó 'ayuda de costa' para huérfanos de empleados de la Administración Civil y Militar que no pudieran costearse la carrera, prevé la concesión de pensiones para los alumnos del Colegio de la Universidad y de las facultades que acrediten pobreza y tengan calificación de sobresaliente. La Ley de 1857 ya da el nombre de becas a estas ayudas y dispone que para este fin se aplicará la mitad de los ingresos obtenidos por los colegios. Se mantiene siempre la exigencia de las buenas calificaciones.
A pesar de que por disposición de 4 de enero de 1870 se establece un numero determinado de plazas gratuitas para cada facultad de la Universidad de La Habana, de hecho no se respetaron y, al aumentar en esta década las solicitudes, quizá por causa de la guerra, las concesiones excedieron a las plazas existentes en tal cantidad que se hizo necesaria la Real Orden de 22 de febrero de 1879 restringiendo el número de alumnos insolventes en la Universidad, Escuelas Profesionales e institutos de la isla para frenar, dice, 'tanta prodigalidad'; endurece además la justificación de pobreza, que ahora deberá hacerse ante un juzgado, y se recuerda que sólo se dispensa el pago de los derechos de matrícula; la gratuidad de la expedición de títulos, que también se pretendía, se concede únicamente como premio extraordinario