Bando impreso relativo al edicto de expulsión de los moriscos del reino de Aragón
ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0221,nº 026
1610-05-29
Unidad Documental Compuesta
ES.08019.ACA//ACA,CONSEJO DE ARAGÓN,Legajos,0221,nº 026
Archivo de la Corona de Aragón CONSEJO DE ARAGÓN Consejo Supremo de Aragón 3. Secretarías Secretaría Cataluña Negocios Notables. Moriscos de Cataluña. Represalias en bienes de franceses
Creado por Real Pragmática de Fernando el Católico datada en Madrid el 19 de noviembre de 1494. Puede considerarse un desdoblamiento del Consejo Real ya existente, puesto que además del nuevo Consejo que seguía al Rey quedaban en cada Estado de la Corona de Aragón un Consejo Real, una Cancillería y una Audiencia. El fondo del Consejo de Aragón tiene un valor incalculable, por su volumen –1393 legajos y 621 volúmenes– y porque sus amplias atribuciones –las competencias del Consejo abarcan temas de justicia, gobierno, gracia y hacienda–, proporcionado unas fuentes históricas esenciales para el estudio de amplias y variadas facetas del gobierno y gestión jurisdiccional de la Monarquía compuesta hispana. Las consultas, memoriales y disposiciones reales organizadas según las Secretarías de cada reino (Secretaría de Aragón, Cataluña, Valencia, Islas Baleares y Cerdeña), detallan gran número de asuntos de administración local y señorial, así como materias institucionales regnícolas o infinidad de instancias y reclamaciones de los súbditos. A lo largo del tiempo este Consejo sufrió diversas modificaciones, tanto en sus componentes como en sus atribuciones, como lo señalan las sucesivas ordenanzas de 1522, 1543 y 1623. Fue suprimido en 1707 pasando sus ministros a formar la Cámara de Aragón dentro del Consejo de Castilla.
Consejo de Aragón (España)
Bando impreso relativo al edicto de expulsión de los moriscos del reino de Aragón, fechado el 29 de mayo de 1610. La expulsión de cerca de trescientos mil moriscos hispanos, fue decidida por Felipe III el 4 de abril de 1609, concretada en posteriores decretos del rey para cada uno de los territorios de la Corona, supone la culminación del proceso de eliminación de las minorías religiosas que se inicia en nuestro país con la expulsión de los judíos de 1492 y que pone fin a la convivencia más o menos pacífica que se venía produciendo desde la Edad Media entre cristianos y mudéjares. La conversión obligatoria de los mudéjares, tras la conquista del Reino de Granada (1492), ahora denominados moriscos, estancó el conflicto durante unas décadas, en las que hubo por igual desconfianzas y adhesiones, hostilidades y acercamientos. Las distintas soluciones propuestas para la asimilación de los moriscos, que van desde la evangelización hasta la represión inquisitorial, demuestra que las controversias doctrinales también envolvieron un proceso político de represión motivado el contexto de los continuos conflictos de la Monarquía Hispánica con los turcos y los piratas berberiscos en el Mediterráneo. La sublevación de los moriscos granadinos (1568-1570), marcó el fin de las ilusiones sobre la posibilidad de una comprensión recíproca. Con la expulsión general se sancionó el triunfo de un catolicismo excluyente en España. Las vicisitudes en que la expulsión se produjo y las consecuencias sociales y económicas derivadas de la emigración forzosa se padecieron todo el siglo XVII y se detallan en miles de documentos registrados en volúmenes y legajos del Archivo de la Corona de Aragón.
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