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Carlos Vicente de Arlés, caballero de la Orden de Santiago, natural de Barcelona se ha dirigido al Consejo de Aragón en diversos memoriales donde argumenta los servicios y fidelidad de su familia a la Corona que le comportado encarcelamiento así como la confiscación de toda la hacienda familiar, señalado repetidamente la lealtad a la monarquía de su hermano, Josep de Arlés, que le costó la vida al ser ejecutado en la cárcel. Tras las consultas ante el Consejo de Aragón el 5 de noviembre de 1643 se acuerda no concederle la sucesión de la abadía de Ripoll, una de la principales dignidades de Cataluña, dado que está vacante sólo se propone a personas de mucha calidad, virtud y letras, se acuerda por aquel Consejo que por los mencionados méritos se le concediera entre doscientos a mil reales de ayuda de costa para alimentos y la recomendación al presidente del Consejo de Indias para cualquier vacante en aquellas provincias. Siendo finalmente recomendado por el Consejo de Aragón, con consulta del 7 de septiembre de 1645, a la Cámara de Indias, para el gobierno de Trujillo.