Real Cédula a Gonzalo Milano, vecino de la ciudad de Sevilla, que tiene un hermano en las pesquerías de perlas de la isla Margarita y que a causa de no tocar allí ninguna flota se padece una gran necesidad de bastimentos y ropas, concediéndole licencia para que pueda enviar a la isla Margarita un navío de hasta ochenta toneladas con bastimentos, ropas y esclavos, en conserva de la flota que se apresta para partir hacia Nueva España.