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Carta del corregidor de Tunja, Juan Ochoa de Unda Jaúregui dando cuenta del inconveniente que resulta de que los oficiales reales envien alli comisarios para la cobranza de lo que se debe de la real hacienda, el excesivo trabajo de los indios y la conveniencia de mirar por el buen tratamiento y conservación de los mismos, que por la cerestía con que se alquilan los indios para trabajar no se edifica nada y que Juan Sáez Hurtado protector general de indios no acude a pedir remedio de los agravios que reciben.Solicita que se envíen negros a las ciudades de Vélez, Pamplona y villa de San Cristóbal, como lo tienen pedido, comunica que ha modificado la traza del camino de Carare, que abrió su antecesor, y pone de manifiesto la importancia de la navegación del rio Zulía y la conveniencia de pacificar los indios del mismo y hacer allí un pueblo de veinte vecinos. Trata de la actuación del presidente Juan de Borja en la guerra de los pijaos, que son poco necesarios los alcaldes ordinarios y que no deben conocer de las causas criminales,y sobre la orden de la Audiencia de que no se use oro sin marcar. Expone los inconvenientes de la prohibición de obrajes y telares de paños y que la mayor parte de los propios de aquella ciudad están sobre las tierras que proveía por cédula de 1555 y solicita no se le quite esta facultad