Cartas de Liciniano Sáez a [María Josefa Pimentel, IX] duquesa consorte de Osuna y a [Pedro de Alcántara Téllez Girón, IX] duque de Osuna, sobre su trabajo en el archivo de la casa ducal (estados de Béjar, Benavente y Arcos) y las quejas realizadas por no tener en cuenta su trabajo y no verificarlo, dando lugar a su dimisión y choque con los duques, aunque con posterioridad volvería a su trabajo. También aparecen las contestaciones de los duques informando que estaban contentos con su trabajo pero que a la duquesa no le gustó las formas y maneras expresadas en sus cartas.
OSUNA,CT.317,D.138-182
1792-09-01 - 1816-02-05
Unidad Documental Compuesta
ES.45168.AHNOB/1//OSUNA,CT.317,D.138-182
Archivo Histórico de la Nobleza 1. Archivo de los Duques de Osuna 1.3. Ducado de Béjar PERSONAL Correspondencia particular
Ducado de Béjar Ducado de Osuna
Los D.138-140, 142, 147, 149, 151, 153-155, 157, 159, 161, 163-165, 167, 169, 170 y 173-175 son cartas del archivero Liciniano Sáez informando a los duques de Osuna del trabajo realizado en los documentos relativos al archivo del ducado de Béjar, pidiendo en reiteradas ocasiones a la duquesa que fuera a ver su trabajo acompañado por personas que fueran de su confianza, indicando que fueran jefes de las otras oficinas, el bibliotecario mayor, abogados de la casa o peritos y que si no le gustaba el trabajo realizado, lo dejaría y que si había otro método para índices y archivístico se lo dijera. Al no obtener contestación dijo que no seguía con el trabajo de Benavente (finalmente lo terminó), no atreviéndose a valorar el trabajo del antiguo archivero Genaro de la Rosa con el fondo de Arcos y de José Raures con el de Gandía. En otra carta dijo que por lo acontecido sabía que la duquesa no estaba satisfecha con su trabajo y que lo dejaba sin dejar por escrito la dimisión, indicando que podía trabajar en el archivo de la catedral de Segovia, en la ciudad de Santander, e inclusive en uno de los grandes. Tras una misiva extensa de la duquesa, le pedía perdón y se justificaba en su carácter, diciendo "pelitos al aire", como si no hubiera pasado nada, pero solicitaba que le recibieran y no como otra vez que estuvo dos horas esperando y se fue sin hablar. Indicaba también que los archiveros de Medinaceli, Altamira, el Infantado y otros más, cobraban más que él y que fueran a ver los archivos de Béjar, Benavente y Arcos, no pudiendo arreglar el de Gandía por problemas de visión y que al tener que marcharse un tiempo a Castilla, los oficiales del archivo ordenaran el de Osuna, para que a su regreso empezara con los índices, dejando la llave del archivo a Manuel Medina. Finalmente y desde el monasterio de Santo Domingo de Silos, indicaba que por problemas de salud no sabía si podría volver a trabajar en su archivo, pero que lo que había realizado no había un trabajo mejor en Madrid ni en España. También indicaba que por indisposición se iría unos 20 días a tomar unos baños y preguntaba a quien debía entregar la llave del archivo; en otro momento se fue durante dos meses por tener que ir al priorato de Nª Sª de del Duero para ver documentación sobre el apeo de la villa de Tudela del Duero con el priorato, y le daba la enhorabuena por el nombramiento del IX duque de Osuna como embajador en Alemania y luego por estar libre de los franceses, por la llegada de su hijo Pedro de Alcántara con el ejército vencedor y por el ascenso a coronel de Dragones de Pavia. Los D.143, 150, 152, 156, 158, 160, 162, 166, 168, 171, 172, 174 y 176 son copias de las contestaciones a Liciniano Sáez de la XII condesa duquesa informando de que estaba muy contenta con el trabajo realizado en el archivo de Béjar, esperando que hiciera igual con el de Benavente, Arcos y Gandía, sorprendiéndole la franqueza con lo que indicó lo de la valoración de su trabajo y que pasarían cuando pudieran, no siendo necesario que fuera acompañado; informaba al archivero que la llave la entregara a alguien de su confianza o que directamente se la llevara y cerrara el archivo. Una vez recibida la carta de dimisión de Sáez, la condesa duquesa se sorprendía porque no creía haberle desairado ni faltado en nada, tras recibir su carta llamó a Azcargorta para que le dijera sobre si sabia algo de las quejas y dijo que varias veces, que al despedir él a Urizar le dijo que buscara a un ayudante a su gusto, describiendo lo acontecido, también por lo poco que cobraba que al final fue lo mismo que Genaro de la Rosa, indicando que si no sabía el motivo de las quejas no podría solucionarlas y que estaba muy contenta del trabajo que realizó con el archivo de Béjar y con los demás, no queriendo separarle del empleo, quejándose de las maneras de su carta y tras recibir la carta de excusa de Liciniano, dijo como indicaba usted: "pelitos al aire y no se hable más". También le deseaban que mejorara la salud para volver a trabajar en el archivo y que buscara documentos en el archivo con la firma de Joaquín de Zúñiga, último duque de Béjar para comparar su firma según solicitó Joaquín Palafox (en el D.145, el ayudante de archivo José Ramírez dijo que no había firma con el nombre, sino que firmaba como duque o duque de Béjar) y los agradecimientos por las felicitaciones recibidas. Los D.177 al 180 son copias de partidas de bautismo de Ángela Manuela Carvajal, hija del VIII duque de Abrantes, de Mario Joaquín Téllez Girón y de Enrique Ignacio Téllez Girón, ambos hijos del II príncipe de Angloma. Los D.181 y 182 son los papeles que había en la Secretaría del Gobierno del Consejo de Hacienda sobre el ducado del Infantado.
Bueno