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Carta de la ciudad de Manila: Gaspar Ramírez, Hernando López de León, Andrés Cauchela, Antón Álvarez de Grado, Andrés de Mirandaola, Marcos de Herrera, Salvador de Aldave sobre llegada del nuevo gobernador Francisco de Sande; ataque del corsario chino Limajon a Manila en 29 de noviembre de 1574, muriendo en la refriega el maestre de campo Martín de Goiti y resistiendo el capitán Alonso Velázquez; socorro con el capitán Juan de Salcedo; retirada de Limajon a Pangasinán, donde se hizo fuerte; cerco de los españoles durante cinco meses; llegada de un enviado de China a saber del corsario que vuelve acompañado por fray Martín de Rada y fray Jerónimo Marín; naufragio del navío Espíritu Santo a la entrada de las islas, sin supervivientes; posible ataque del rey de Borneo. Suplican se les envíe socorro; prórroga del diezmo por 50 años más; que se reencomiende la tierra porque muchos encomenderos han muerto; que se perpetúen los indios que se concedieron a los primeros conquistadores y pobladores; que se conceda la veintena a los mineros que hay en esas islas para que redunde en la Real Hacienda; que a los regidores se les guarden sus preeminencias; que se concedan indios para servicio de la ciudad y obras públicas; que se confirme que Manila sea cabecera de esas islas y resida en ella el gobernador y la Audiencia; que se prorrogue a 100 años los 30 en que se excusó a la ciudad de no pagar pecho ni alcabala; que se envíen religiosos y clérigos, porque fray Diego de Herrera se ahogó en el Espíritu Santo con todos los que traía; que mientras no haya Audiencia Real no exista en Manila más cárcel que la pública y que sólo conozca la justicia ordinaria en los negocios civiles; que los regidores que nombró Francisco de Sande por muerte de los anteriores, y otros cargos, sean confirmados en ellos; que los frailes se han apoderado de un ornamento de la iglesia que envió el virrey de Nueva España, que se salvó del ataque de Limajon, y piden otros; que los religiosos se oponen a que se cobre el tributo que tasó Legazpi; que el gobernador envió al sargento mayor Juan de Morón a descubrir las minas de Ilocos