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Copia de una petición de Fernando de los Ríos Coronel, procurador de Filipinas que se envió a S. M. con consulta del Consejo de marzo de 1607, sobre que Macao es el lugar donde más cómodamente pueden proveerse de municiones y otras cosas para la defensa de esas islas, pero los portugueses tenían una cédula para que ningún castellano pudiera ir a ese puerto a contratar y hacían grandes daños a los que allí aportaban. Cuando el gobernador Gómez Pérez das Mariñas murió a manos de los chinos, su hijo Luis envió a su primo Fernando de Castro a Macao a pedir ayuda y los portugueses le persiguieron y tuvo que volver de vacío. Yendo a la jornada de Camboya Luis Pérez das Mariñas, se perdieron por una tormenta en la costa de China, cerca de Macao, adonde enviaron a pedir ayuda, pero fueron presos y los portugueses ordenaron que nadie socorriese a los españoles. Estuvieron perseguidos año y medio, hasta que de Macao salieron a pelear con ellos, batalla que por ser entre cristianos escandalizó a los chinos. Últimamente, el gobernador Pedro de Acuña envió una fragata a Macao a por municiones, siendo capturada por los portugueses. Éstos ocupan aquel lugar sin provecho alguno, pues no evangelizan ni dejan que vayan frailes españoles. Pide que los portugueses no puedan servirse de esa cédula y que los españoles puedan ir libremente a Macao a buscar lo que necesitan