Alcance y Contenido:

Carta de los oficiales de la Real Hacienda de Filipinas, Andrés Cauchela y Salvador de Aldave, sobre varios asuntos. Despacho del navío Santiago en junio de 1577, pero arribó a los dos meses. En marzo de 1578, el gobernador Francisco de Sande salió con una armada a Borneo para intentar mantener relaciones amistosas, pero no lo consiguió y se entabló una batalla en la isleta de Moala, que ganaron los españoles. Describe el aspecto de la ciudad, con casas sobre el agua. Sande construyó una empalizada y recogió en ella a su gente, enviando al capitán Esteban Rodríguez [de Figueroa] en busca del rey de Borneo, y despachando a Manila a Juan Pablos de Carrión, Juan Maldonado, Pedro de Chaves, Juan de Morón y Francisco Arias de Herrera, y al tesorero Salvador de Aldave, con soldados y vecinos de Manila, quedando él con su hermano Bernardino, Esteban Rodríguez, Juan Arce [de Sadornil], Andrés de Villanueva, Juan Manuel y Luis Garnica. Encontraron mucha artillería y tomaron hasta 15 galeras enemigas. Los soldados saqueraon el pueblo, encontrando mantas y gallinas, pero muy poco oro, pues toda su riqueza es el comercio con Siam, Patan, China, Mindanao y Joló, y con los portugueses que vienen de Malaca. Suplican más socorro para Manila, y refieren que en la costa de Otón se fabrican dos naos de 500 toneladas. A este astillero había ido el factor Andrés de Mirandaola, pero tuvo allí una pendencia con un tal Diego López de Valdepeñas, al que acusó de recaudar mal los tributos, y éste le dio una estocada de la que murió al cabo de los días, pero no se ha hecho nada para castigar al culpable. Conveniencia de cobrar los fletes de los navíos. Envío de canela en la nao que se despacha para Nueva España. Cobro de almojarifazgo a los navíos de China. Suplican que se vea en el Consejo la cuenta que les tomó Francisco de Sande. Llegada de socorro a primeros de julio, con gente, armas, municiones y religiosos franciscanos. Que las encomiendas que se dan a Guido de Lavezaris sea en otra parte donde no se haga perjuicio a la Corona, pues con el arroz que dan los indios de Bitis y Lubao se sustentan muchas personas que dependen de la Real Hacienda. Piden que nadie se inmiscuya en las visitas de los navíos, pues es algo que les compete a ellos. Avisan que el gobernador Sande volvió de la jornada de Borneo porque se le enfermaba y moría mucha gente, aunque antes envió un destacamento a pacificar Joló y Mindanao. Con duplicado. (Cat. 2095)
Acompaña:
- Testimonio de la contradición que hicieron los oficiales de la Real Hacienda de Filipinas a la orden de que se devolviesen a Guido de Lavezaris las encomiendas de las que se le había despojado en su residencia. Manila, 24 de julio de 1578.