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Carta de los oficiales de la Real Hacienda de Filipinas: contador Andrés Cauchela, factor y veedor Juan Bautista Román y tesorero Antonio Jofre Carrillo, sobre varios asuntos: envían las últimas cuentas; se quejan de que los gobernadores no encomiendan indios a la Corona; y avisan la muerte del gobernador Gonzalo Ronquillo de Peñalosa, quien dejó nombrado en su lugar a Diego Ronquillo. Incendio de Manila, que empezó en el convento de San Agustín y arrasó la ciudad, por lo que piden alguna ayuda. Envío de socorro a Diego de Azambuja, capitán mayor del Maluco, para luchar contra el rey de Terrenate; allí encontró Juan Ronquillo al capitán mayor Alvaro de Castro, provisto por S.M., que murió poco después, y ante la imposibilidad de luchar y las traiciones de los portugueses decidió volver a Manila. Piden socorro para hacer jornada a la China, que es lo más importante. Refieren las dificultades que tienen para cobrar la Real Hacienda por el poco respeto que la gente les tiene; piden que los gobernadores les favorezcan y se les permita tener varas de justicia. Denuncian que un alcalde ordinario y algunos regidores de Manila han escrito a S.M. reclamando ciertas cosas apasionadamente, por lo que piden que no se pueda hacer cabildo sin asistencia de uno de los oficiales reales. El gobernador Gonzalo Ronquillo impuso un almojarifazgo del 3% a las mercaderías de los chinos, y consideran que es poco porque pagan más en su tierra y hacen pagar más del 20% a los portugueses de Macao. Ha comenzado a entrar algún clavo a través de los soldados del Maluco, y piden instrucciones para saber cómo regulan este comercio. Los jesuítas desean tener un Colegio en Manila, y los oficiales recomiendan que se les dé alguna limosna para ello. (Cat. 3012)