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Carta de Andrés de Mirandaola, factor de Filipinas, dando cuenta de que volvió a esas islas con Francisco de Sande, provisto gobernador de ellas, y de que encontró aquellas tierras en estado de confusión y miserables. Refiere el ataque del corsario chino Limahon el día de San Andrés de 1574, escapado de su patria donde había hecho incursiones sanguinarias entre la población. Describe el asalto que hizo a Manila, sus armas y excelente disposición militar y el gran número de barcos y soldados de que disponía. El capitán Juan de Salcedo socorrió con cincuenta hombres a los habitantes de la ciudad, pero Limajon la incendió y se volvió a sus navíos, aunque perdió 600 hombres. Se refugió en el río de Pangasinan y construyó un fuerte; el capitán Juan de Salcedo fue en su busca con unos 300 hombres, le quemó toda su armada y lo asedió durante seis meses, pero el corsario construyó 32 navíos y logró escapar dejando aquella tierra arrasada. Mirandaola se queja de las cuentas que se le han tomado y las vejaciones que ha sufrido por parte del gobernador Sande, y que el estado de aquella tierra es miserable y necesitan toda clase de socorros. (Cat. 1967)