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Carta de los definidores de la Orden de Santo Domingo en Manila: fray Bernardo Navarro [o de Santa Catalina], fray Diego de Soria y fray Juan de Hormaza, sobre que llegaron a Filipinas hace diez años y se encargaron de los chinos establecidos en Manila, pero los agustinos reclamaron esa doctrina y entablaron un pleito, sentenciando la Audiencia que correspondía a los dominicos. Informan de los logros de su Orden en esas islas a pesar de la escasez de religiosos, y piden que se les envíen más. Alaban al anterior gobernador Luis Pérez das Mariñas y al doctor Antonio Morga, teniente general de gobernador; piden que se envíe Audiencia a esas islas; que se nombre protector para los chinos allí establecidos, que son ocho o diez mil, y que su gobernador Manuel Gil ampare el hospital donde estos se curan, pues allí se convierten muchos a la fe.