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Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Manila, para que averigüen acerca de lo que denunció fray Andrés Gonzalez [Cano], obispo de Nueva Cáceres, en su carta de 20 de abril de 1688, sobre que en el pueblo de Paracale, jurisdicción de Camarines, había un sitio llamado Malaguet donde un vecino de esa ciudad tenía un molino donde molía los metales que sacaba de una mina de oro, sin pagar quintos por ello, y que los indios que tomaba por fuerza para el beneficio de esta mina se huían a los montes, uniéndose a los cimarrones, cuyo número ya era elevado y hacían grandes daños cuando entraban en los pueblos. Además, los sargentos mayores hacían malos tratamientos a los indios. Se les ordena proceder contra los culpados