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Real Cédula al presidente y oidores de la Audiencia de Manila, participándoles que se ha aprobado lo ejecutado por dicha Audiencia y el oidor José Ignacio Arzadun y Rebolledo en la competencia que se siguió con Simón Martínez Osorio, provisor del obispado de Nueva Segovia, y ordenándoles lo que han de ejecutar nuevamente en esta dependencia. El provisor acusó al oidor de haber vulnerado la jurisdicción y la inmunidad eclesiástica al proceder contra una cofradía, que debía gozar del fuero de la Iglesia por estar erigida en la misma Parroquial. Se trataba de la cofradía de Nuestra Señora de la Consolación del pueblo de Ilavag (sic por Laoag).