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El original escrito en latín, las copias del tratado y del artículo en castellano (2 copias).
Se acuerda defensa y unión entre ambos reyes y sus sucesores para ayudarse a conservar todos sus dominios como también la libertad de navegación y comercio, según lo acordado en el reciente Tratado de Nimega. Todo dentro de los límites de Europa. Si alguno de los dos fuese atacado por cualquier enemigo, el otro procuraría que se estableciese la paz entre ellos, al tiempo que le asistiría con 8.000 hombres armados o su equivalente en dinero, armas o barcos.
Aunque este tratado se circunscribe a los límites de Europa, si España o Inglaterra fuesen molestadas o invadidas en sus posesiones de cualquier parte del mundo, el otro confederado estaría obligado igualmente a prestar su ayuda al agredido.
Tanto los tratados de 1667 como de 1670, hechos para restablecer la paz entre las dos coronas, se seguirían respetando en todos sus artículos. Esta liga tendría vigor hasta 1693, y antes de finalizar se convendría la forma de prorrogarla.
Consta de 13 artículos. Firman, por España, Pedro Ronquillo (embajador en la corte británica) y, por Gran Bretaña, Roberto, conde de Sunderland (uno de los primeros secretarios de Estado), Lorenzo Heyde, L. Jenkins y Godolphin Armigero, todos del Consejo privado.
En artículo separado se dice que las Provincias Unidas podrían unirse también a esta Liga.