Archivo de Antonio Pérez
1563 - 1601
Fondo
Archivo Histórico Nacional
4. ARCHIVOS PRIVADOS
4.2. ARCHIVOS PERSONALES Y FAMILIARES
El interés de Felipe II en obtener los documentos de Antonio Pérez explica por qué el arca donde se custodiaban acabó en manos del secretario Pedro Palomino. A su muerte, su viuda María de Rivera lo entregó bajo inventario al consejero de Castilla Francisco de Contreras. La parte que se conserva en la actualidad se encuentra entre la documentación de las escribanías del Consejo de Castilla en el Archivo Histórico Nacional. El fondo fue descrito por Angel González Palencia y publicado en diversas entregas entre 1918 y 1921 en la "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos", bajo el título "Fragmentos del Archivo particular de Antonio Pérez, secretario de Felipe II". El autor dividió la documentación entre la que aparecía recogida en el inventario elaborado por el propio Pérez y la que no. En el primer grupo se mantuvo el orden del registro del inventario (CONSEJOS, 50232, EXP.1), y al segundo se le dio un orden cronológico. En ocasiones González Palencia describía varios documentos juntos con una misma signatura y, en otras, descendía a nivel de unidad documental. En la descripción actual se ha mantenido, en general, el orden de los documentos arriba indicado aunque, cuando ha sido posible, se ha reconstruido el orden original. Por esta razón y porque se ha descrito cada unidad documental tal y como Antonio Pérez la concibió, ha sido necesario resignaturar el fondo. En cuanto a la clasificación, se ha tratado de respetar y reconstruir la que tuvo el fondo originalmente, actuando cuando dicha tarea era impracticable.
Los orígenes de Antonio Pérez son poco claros. Parece que nació en Madrid en 1540. Era hijo de Juana de Escobar y Tobar y del secretario de Carlos I, Gonzalo Pérez, quien seguramente ya había iniciado por entonces su carrera eclesiástica. Pasó su infancia en Val de Concha, perteneciente al partido de Pastrana y tierra de su protector Ruy Gómez de Silva, príncipe de Éboli. Estudió en las Universidades de Alcalá, Lovaina, Venecia, Padua y Salamanca. Esta extensa formación y su privilegiada posición junto a su padre, nombrado Secretario de Estado para los asuntos de Norte (1556-1566), le permitieron conocer e introducirse en los entresijos de la administración española del momento. En 1567, un año después de la muerte de su progenitor, obtuvo el cargo de Secretario de Estado para los asuntos de Italia, encargándose Zayas de los del Norte. El mismo año de su nombramiento se había casado con Juana Coello, diez años más joven que él y miembro de una familia noble madrileña, con la que tuvo varios hijos. Su figura fue esencial en la vida de Pérez, como él mismo reconoció al final de sus días en Francia. Murió en 1615, viuda, enferma y arruinada, tras conseguir la rehabilitación de su marido por la Inquisición. La boda con Juana Coello, su nombramiento como secretario y la captación de la voluntad real, fruto de de su simpatía y habilidad para negociar, constituyeron el inicio de su rápido ascenso social. Hasta 1578, año en que fue asesinado el secretario de Juan de Austria, Juan de Escobedo, su carrera fue imparable. Sus casas, muebles, cuadros, joyas, y la corte formada en torno suyo no presagiaban en absoluto la pérdida de la gracia real y su hundimiento económico y social. Personajes como su procurador Baltasar Álamos de Barrientos, sus parientes Juan de Tobar y Gonzalo Pérez del Hierro, o amigos como Diego Martínez, estuvieron junto al secretario del rey durante toda su vida, otros, como Hernando de Escobar, le abandonarían tras su caída. En 1573, al morir Ruy Gómez de Silva, Antonio Pérez pasó a encabezar la facción cortesana que éste lideraba. Con la viuda, Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, más allá de la leyenda de sus amores, estableció una estrecha relación en la que compartieron secretos de Estado y de la que obtuvieron enormes beneficios económicos. Así se fraguaron no pocos enemigos, como el grupo liderado por el duque de Alba y el inquisidor general Fernando de Valdés. Hacia 1577 Juan de Austria, gobernador de los Países Bajos, había dado un giro en su política flamenca, pasando a defender un enfrentamiento directo con los rebeldes, tal y como propugnaba Alba y su grupo. Esta circunstancia, unida a que su secretario Escobedo conocía numerosos secretos y negocios entre Pérez y la princesa de Éboli, motivaron a Antonio Pérez a presentarle ante Felipe II como el instigador de una supuesta traición de su hermanastro Juan de Austria. Escobedo resultaba demasiado peligroso para ambos y era preciso eliminarlo. Obtenido el consentimiento real y, tras varios intentos de envenenamiento, Escobedo fue asesinado en Madrid la noche del 31 de marzo de 1578. La pérdida del apoyo real a Pérez llegaría tras la muerte de Juan de Austria, cuando Felipe II tuvo acceso a sus documentos y descubrió la intriga y engaño de su secretario. El 28 de julio de 1579 fueron detenidos Antonio Pérez y la princesa de Éboli, que pasó el resto de su vida encerrada en su palacio de Pastrana. Su cómplice estuvo preso, hasta su fuga a Aragón en 1590, en Madrid, Turégano, Pinto y Torrejón de Velasco. En la prisión segoviana conoció la sentencia del proceso de visita, pesquisa iniciada en 1582 para revisar su gestión como oficial del rey. Por dicha sentencia fue separado del cargo de secretario, condenado a dos años de prisión y a diez de destierro. Durante los once años que estuvo detenido en Castilla, Felipe II trató por todos los medios de que Pérez le entregase los documentos que pudieran implicarle en el crimen. De esa manera el monarca jugó con el reo endureciendo o ablandando su sufrimiento en prisión. El 23 de febrero de 1590, tras haber sido torturado, Antonio Pérez declaraba las causas por las que había matado a Escobedo con consentimiento del rey. Dos meses después huyó a Zaragoza, dónde se acogió a los fueros aragoneses. Dado que el rey no podía interferir en la decisión del Justicia de Aragón, retiró los cargos contra el acusado y, en mayo de 1591, fue tras trasladado de la cárcel de los manifestados a la prisión inquisitorial, lo que desencadenó una gran revuelta en la ciudad de Zaragoza por la defensa de los fueros. Cuando en 1592 Antonio Pérez fue condenado a muerte por hereje ya se encontraba en Francia bajo la protección de Enrique de Navarra. Tras largos años por Europa difundiendo la leyenda negra de Felipe II, falleció en París en 1611 en la más absoluta pobreza.
TRANSFERENCIA
Pérez, Antonio (1540-1611)
Contiene correspondencia, escrituras y otros documentos de carácter personal y relativos a la administración de la hacienda y propiedades del secretario de Felipe II, Antonio Pérez. Aunque hay documentación de sus años de esplendor social y profesional, como la de su mansión "La Casilla", en las afueras de Madrid, el fondo documental permite sobre todo conocer al Antonio Pérez que ya ha perdido la gracia real tras el asesinato de Juan de Escobedo. El grueso de la documentación lo constituye la correspondencia relativa al cobro de los censos que el secretario de Felipe II tenía situados sobre las posesiones en el sur de Italia de Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli. A través de los documentos se pueden conocer las actuaciones que Pérez emprendió para que sus propiedades escapasen a la confiscación y para ablandar el ánimo real. Hay además testimonio de su estancia en las diferentes prisiones, como cuentas de sus gastos cuando estuvo en Turégano o cartas en las que el secretario relata su implicación en la muerte de Escobedo. Del periodo aragonés existen ya escasas referencias.
1. ADMINISTRACIÓN
1.1. Abadía de Burgohondo (Ávila)
1.2. Administración general y contabilidad
1.3. Arcedianato de Alarcón (Cuenca)
1.4. Archivo
1.5. Hacienda y censo de Nápoles (Italia)
1.6. "La Casilla"
2. PERSONAL
2.1. Oficio de la maestredatía de Lecce (Italia)
2.2. Procesos judiciales de Antonio Pérez
Bueno
- ALVAR EZQUERRA, Alfredo (Ed.): Antonio Pérez: Relaciones y cartas. Madrid, 1986.
- BOTELLA ORDINAS, Eva (Ed.): Las Obras y Relaciones de Antonio Pérez. Edición fascimilar de la de Juan de la Planche. AECI. Madrid, 1999.
- FERNÁNDEZ DE MOLINA, Antonio: Antonio Pérez. Semana Marañón, 98. Zaragoza, 1999.
- GARCÍA MERCADAL, J: Antonio Pérez, Secretario de Felipe II: una vida borrascosa. Madrid,1943.
- GONZÁLEZ PALENCIA, ÁNGEL: Fragmentos del Archivo particular de Antonio Pérez, secretario de Felipe II. en "Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos". nº. 38 (1918) pp. 252-262 y 411-420; 39 (1918), 354-364; 40 (1919), 316-325; 41(1920), 136-144; 42 (1921) 111-135 y 293-312 .
- MARAÑÓN, Gregorio: Los procesos de Castilla contra Antonio Pérez. Madrid, 1947.
- MARAÑÓN, Gregorio: Antonio Pérez: El hombre, el drama, la época. Madrid, 1948.
- MIGNET, François: Antonio Pérez y Felipe II. Madrid. 2001.
En el Archivo Histórico Nacional se custodian otros documentos imprescindibles para el estudio de Antonio Pérez. Entre la documentación de la Escribanía de Aragón del Consejo de Castilla están los procesos judiciales por la revuelta de Zaragoza y, en la Cámara de Castilla la solicitud de pensión de los hijos del secretario de Felipe II. Por otra parte, existe una copia manuscrita del proceso criminal por el asesinato de Juan de Escobedo, que fue comprada por Antonio Cánovas del Castillo con destino a su biblioteca, y que se conserva dentro de su archivo personal (AHN, Diversos. Colecciones, 408). Asímismo, entre los fondos inquisitoriales hay numerosos documentos relativos al proceso abierto por la Suprema contra Antonio Pérez en 1591.