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Contiene un pleito anterior del año 1819 de Juan Carrasco, padre de Jacinta Carrasco, contra Dámaso Arroyo, sobre estupro y embarazo de su hija cuando ésta servía en su casa como criada. La querella de ese pleito se puso ante Francisco Gómez de Segovia, alcalde ordinario de Carpio de Tajo, el 18 de agosto de 1819. La causa se remitió al licenciado Juan Pérez de Marure, ministro togado de la Audiencia de Sevilla y entonces juez interino de primera instancia en Talavera, según la nueva demarcación de partidos. El juez Marure, por auto de 3 de septiembre de 1821, declara la sentencia consentida y pasada en autoridad de cosa juzgada y el 9 de septiembre de 1821 remite consulta de la causa a la Sala Primera del Crimen de la Audiencia de Madrid que, por auto de 13 de septiembre de 1821, acordó llevar a efecto la sentencia consultada.

Tras este pleito, un hijo de ambos nace el 15 de mayo de 1825 y al día siguiente se inicia la causa de oficio tras información del párroco de Carpio de Tajo. El Gobernador del Consejo de Castilla pide información al entonces alcalde de la villa, quien la remite el 18 de mayo de 1825. A su vez, el comandante de los voluntarios realistas de Carpio de Tajo, encargado de la policía en la villa, también da cuenta de la situación el 28 de mayo. El 15 de junio de 1825, el párroco de la villa lo comunica al regente de la Real Chancillería y, por auto del Acuerdo de 25 de junio de 1825, se manda a la Sala del Crimen. Igualmente, por auto del gobernador y los alcaldes del crimen de 6 de agosto de 1825 se manda al alcalde de Carpio que remita a la sala los autos que había formado al efectum vivendi. El citado alcalde los envía el 31 de agosto de 1825. Después, por auto de 10 de febrero de 1826, el gobernador y los alcaldes mandan al corregidor de Talavera de la Reina que remita toda la causa formada anteriormente desde 1819 contra los acusados. Finalmente, el 22 de septiembre de 1826 se dicta auto definitivo de sobreseimiento de la causa y se manda su archivo en el secreto de la sala.

Escribano del pleito: Benito Cabezudo y Alonso. Escribanía de Granado