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Los hechos tuvieron lugar la noche del 13 de mayo de 1821, hallándose el cadáver de Santiago Pérez cerca del cementerio del lugar. Antonio Rodríguez y sus hijos explican durante la causa que habían ido a vigilar un sembrado de trigo que poseían cerca del cementerio porque habían observado que alguien se lo regaba por las noches. Entonces, se habían presentado cinco hombres y que les habían agredido. Por su parte, los acusados sostienen que pensaban ir a pescar al río Iregua junto a Santiago Perez y que al pasar por la heredad de Antonio Rodríguez, este y sus hijos les dieron el alto y les dispararon, puesto que iban armados con bayonetas y cuchillos, resultando muerto Santiago Pérez. Al verle muerto, sus compañeros agredieron con una pértiga que llevaban a los Rodríguez.

De la refriega sale herido Francisco Rodríguez, a quien se le rompió una clavícula y por no curársele bien, quedó imposibilitado para algunos trabajos de su oficio de labrador.

El juzgado de primera instancia de Logroño remite testimonio de la causa primero el 18 de mayo de 1821 y después el 24 de agosto de ese mismo año. El 13 de septiembre de 1821, la Audiencia determina que sea dicho juzgado el que continúe con la causa, dictando su auto definitivo el 28 de diciembre de 1821.

Dicho auto de primera instancia será apelado por todos los acusados ante la Audiencia Territorial de Valladolid, donde se dicta auto de vista el 11 de abril de 1823 (rollo, folio 31). Dicho auto será suplicado por Antonio Rodríguez y sus hijos.


Pleito olvidado. Escribano Alonso de Liébana Mancebo.