Tratado de alianza de España con la duquesa de Longueville y el mariscal de Turena firmado el 30 de abril de 1650.
1650-04-30
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La Fronda nació, en principio, a causa del descontento general. Sus inicios se fundamentaron en la crisis económica y el aumento de la presión fiscal generadas para hacer frente a la Guerra de los Treinta Años. Su causa más directa debe buscarse, por tanto, en los medios utilizados por la monarquía para elevar los impuestos. Con la llegada de la regencia se esperaba una rebaja de las tasas, pero no fue así: el Cardenal Mazarino creyó que Francia podía soportar la guerra y no aflojó la presión.
Frente al gobierno real, se encontraba la familia real. Gastón de Francia, eterno conspirador, no ocultaba su oposición a Mazarino, igual que su hija la Gran Mademoiselle. El príncipe de Condé y su hermana la duquesa de Longueville, querían pertenecer al Consejo real. Jean-François Paul de Gondi, futuro cardenal de Retz, coadjutor de París, era ambicioso y deseaba un cargo político y el capelo de cardenal. El Parlamento de París libró una auténtica batalla con la regencia a propósito de los impuestos. Ejerció, con frecuencia, su derecho de reconvención esperando, en vano, modificar la política del reino. Por último, París era una ciudad de carácter rebelde, fácilmente inflamable, que vivía de rentas y estaba dominada por las corporaciones.
Los líderes de la Fronda, pidieron ayuda a los españoles. El vizconde de Turenne, recluido en su mansión y descontento por su discriminación, reunió a la Fronda con la armada de Alemania.
El príncipe de Condé fue, junto con Gastón de France, el gran vencedor de la Fronda parlamentaria, pero tras el arresto de Condé, Conti y el duque de Longueville, la Fronda se reavivó. La duquesa de Longueville huyó a Normandía acompañada por el duque François de La Rochefoucauld. La duquesa de Longueville se reunió con Turenne en Meuse y firmó un acuerdo con Felipe IV de España.
En París, el Parlamento reclamó a la reina la liberación de los príncipes y el cese de Mazarino que, el 6 de febrero intentó huir a Saint-Germain-en-Laye. El 10 de febrero, los príncipes fueron liberados. El 17, el Parlamento abrió un proceso contra Mazarino.
En enero de 1652, Ana de Austria llamó a Mazarino. Éste negoció la lealtad de Turenne y el duque de Bouillon. Sin embargo, la vuelta inopinada de Mazarino, indignó nuevamente a París. Condé trató de sorprender a la armada real que avanzaba por Loira, pero fue detenido por Turenne en Bléneau.
Ante la fatiga general, Mazarino decidió retirarse a Bouillon para calmar la situación. Dada la determinación de formar un partido dispuesto a poner orden en París, Condé dejó Francia y se fue a Flandes poniéndose al servicio de España. El 21 de octubre de 1652 Luis XIV entró, triunfante, en París. Condé fue desposeído de su título de príncipe de sangre real y condenado a muerte. Conti se casó con una sobrina de Mazarino para evitar la desgracia. Mazarino regresó el 3 de febrero de 1653, y fue recibido con aplausos. Burdeos, última ciudad de la Fronda cayó en julio de 1653.
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