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Durante el Antiguo Régimen la provisión de oficios y cargos de los municipios y otros organismos territoriales formaba parte del amplio ámbito de la gracia real. Por ello, la Cámara de Castilla era la institución encargada de proveer estos cargos y extender los títulos correspondientes. De igual manera, durante el tiempo de su existencia, la Comisión de Consultas del Consejo Supremo de España e Indias, como heredera de parte de las funciones de la Cámara, se encargó de la provisión de estos oficios.
Esta serie está formada, precisamente, por los expedientes tramitados para el desarrollo de esta competencia durante el período de existencia de la Comisión de Consultas. Los más abundantes son los expedientes de regidores, procuradores y alguaciles, pero hay muchos otros, como jurados, porteros, secretarios, alcaldes ordinarios, alféreces municipales, etc.