Notas:

El documento parece hacer referencia a la VI duquesa de Aveiro.
Siendo confiscado el ducado de Aveiro a su hermano Ramón, IV duque de Aveiro, su madre, la duquesa viuda de Torres Novas, tuvo orden de salir del reino, y Maria Guadalupe la acompañó a España. Aparecerán hidalgos a oponerse a la sentencia de confiscación, entre estos Pedro de Lencastre, su tío, que después de una larga contienda consiguió vencer y llegó a ser V duque de Aveyro. En las escrituras se había estipulado que los ducados de Arcos y de Aveyro deberían estar siempre separados, debiendo escoger el primogénito entre uno de los dos ducados y yendo a parar el otro ducado al segundogénito.
Muerto el duque Ramón, y habiendo paz entre España y Portugal, Maria Guadalupe trató de suceder en el ducado de sus abuelos, y mandó a Lisboa como procurador a Joao Carlos Bacan, notable jurisconsulto, que presentó un libelo contra el Inquisidor General Pedro de Lencastre, V duque de Aveyro, que estaba en posesión del ducado.
Pedro murió en 1673-04-23 y la demanda continuó, hasta que fue decidida en 1679-10-20 a favor de María Guadalupe con la condición a asentar en Portugal su residencia definitiva, prestando el debido vasallaje al rey. A pesar de los embargos que sufrió, la sentencia fue confirmada, siendo entregado el ducado de Aveyro a un administrador nombrado por el rey.
Deseando Maria Guadalupe volver con su hijo a Portugal, y no pudiendo vencer la oposición de su marido, se separó de él judicialmente para ir a tomar posesión del ducado de Aveyro, de que fue VI duquesa. Una vez cedido el ducado a su segundo hijo Gabriel y, después de su muerte, su hermano mayor Joaquín, duque de Arcos, ratificó aquella cesión. Su muerte puso fin a la linea masculina de la familia Lencastre.