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El registro de sentencias y autos vistos en la Audiencia Provincial de Valladolid fue una de las actividades de control judicial definidas desde el primero momento, ya que, en el artículo 159 de la ley de 14 de septiembre de 1882 de Enjuiciamiento Criminal se indica que deberá llevarse un registro que contendrá íntegras y firmadas las sentencias dictadas, el cual quedará bajo custodia de los presidentes del tribunal.

En aras de lograr una mayor eficiencia de la administración, con la Real Orden del 19 de abril de 1917 se suprime la elaboración de copias literales de las sentencias, instaurando un registro abreviado de las sentencias y autos los penales para poder llevar a cabo el control que exige la secretaría de Gobierno de la Audiencia Territorial de Valladolid, aunque la práctica de mantener libros de sentencias en la Audiencia Provincial se mantendrá de facto.

Años después, con la promulgación del Decreto de 8 de abril de 1933, se modificará la forma de custodiar y llevar los libros de sentencias, pasando a ser responsabilidad de los secretarios de sala y agrupando las sentencias anualmente en dos tipos de libros registro, por un lado, las sentencias del Tribunal de Derecho, entendidas como sentencias dictadas por magistrados y, por otro las sentencias del Tribunal del jurado, entendidas como sentencias dictadas en juicios por jurado.

Esta división se mantendrá prácticamente inalterada en la Audiencia Provincial de Valladolid con el paso de los años, salvo por la irrupción temporal de la jurisdicción especial del automóvil en la década de los años 60, por la que se configurarán libros específicos de sentencias dictadas por dicha magistratura, y a partir del año 1968 cuando la Audiencia Provincial de Valladolid asume competencias en materia civil, por lo que se configuran libros específicos con las sentencias y autos de este tipo de jurisdicción.

Fruto de toda esta actividad son casi los dos centenares de libros con sentencias íntegras y abreviadas que se conservan en el Archivo, tanto formalizados como de control auxiliar, y agrupadas bien por tipos de sentencias o de autos o bien por salas de justicia donde fueron dictadas. Entre todos estos libros, destacan, principalmente por su volumen y extensión, los libros con las sentencias penales dictadas por Tribunales de Derecho.