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Continúan los documentos referentes a la investigación de los homicidios de Agustín de Castelví, marqués de Laconi, y del virrey de Cerdeña, Manuel de Cobos, marqués de Camarasa. Centrándose en las acciones que el duque de San Germán, nombrado virrey y capitán general de Cerdeña, acometió para la averiguación de los sucesos y la reconstrucción de la autoridad y la justicia de la Corona, como la suspensión de unos oficiales de las galeras de Cerdeña, por no acudir a las cortes (1671-1672), intentado pacificar las bandosidades en el reino sardo. Destacan los memoriales de los principales acusados en los disturbios: el obispo de Ales, del gobernador de Caller y Gallura Bernardino Matías de Cervellón, del marqués de Alvis, del de Monteleón, del conde de Cedillo, del conde de Villamar y Bonorva, del conde de Montalvo, del abad Matheo Frasso y su hermano, Januario Frasso y de Francisco Cao, oidor de Sala Criminal de la Real Audiencia de Cerdeña y su hijo Diego Cao, entre otros, se dirigen a la Junta de materias del Reino de Cerdeña, defendiéndose de sus respectivas causas. Especial relevancia tienen los documentos relativos a los cargos contra Jorge de Castellví, del Consejo Supremo de Aragón, y su sobrino Agustín Brondo; y los de Efisio Joseph de Sotoreal.