Juana de Córdoba y Aragón, como tutora de su hijo el condestable Bernardino, dona un terreno para edificar una iglesia con la advocación del Apóstol Santiago, y una sala para juntas de la Cofradía de Hijosdalgos de la Villa de Haro. Incluye la ratificación y concierto otorgada por el estado de hijosdalgos de la dicha villa por la que aceptan dicha donación y en reconocimiento de esta merced, nombra patronos a los señores de Velasco.
Archivo Histórico de la Nobleza, FRIAS,C.414,D.26
