Político español. Se licenció en Derecho y ejerció como abogado. Ingresó en el partido Comunión Tradicionalista y se convirtió en el principal líder del carlismo en Andalucía, desarrollando una intensa actividad de propaganda a través de periódicos como el Observador de Sevilla y El Eco de Jaén y fundando un grupo editorial propio, la Impresora Bética (IBSA). En agosto de 1932 participó en el fallido golpe de Estado dirigido por el general José Sanjurjo, por lo que fue condenado a prisión. En 1934 el pretendiente carlista Alfonso Carlos de Borbón le nombró su secretario real y secretario general de la Comunión Tradicionalista, y en diciembre de 1935 jefe delegado de la Comunión Tradicionalista, siendo confirmado en este cargo en 1936 por su sucesor, el pretendiente Francisco Javier de Borbón-Parma.

Participó en la preparación de la sublevación militar de julio de 1936 negociando con los generales golpistas la participación en la misma de la milicia carlista, el Requeté. Exiliado en Portugal durante la Guerra Civil Española, se opuso al Decreto de Unificación de 1937 por el que la Comunión Tradicionalista y la Falange Española quedaron integradas en el partido único FET de las JONS, rechazando también el nombramiento como delegado de su Consejo Nacional.

Como jefe delegado de la Comunión Tradicionalista ostentó la jefatura del carlismo entre 1935 y 1955, renunciando al cargo ese año y retirándose de toda actividad política. En 1967 el pretendiente Francisco Javier de Borbón-Parma otorgó a Manuel Fal Conde el título de duque del Quintillo. Asimismo, fue caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita.