Colegio jesuita fundado en la ciudad de Cuenca (Ecuador).

Existía en esa población una residencia desde 1607, debido a que era un enclave de paso para organizar las misiones que se pretendían llevar a cabo en el Amazonas. Los habitantes de la ciudad habían solicitado al padre provincial, Florián de Ayerve, la creación de un Colegio jesuita en la ciudad para la educación de los niños. Para ello, ofrecieron una limosna recaudada entre ellos para sufragar los gastos de la fundación.

De acuerdo con la Real Cédula de 12 de marzo de 1633 de la Real Audiencia, se creaban, en Cuenca y Popayán, dos colegios que sirvieran de antesala a la organización de misiones en ese territorio. El dictamen fue emitido el 30 de marzo de 1638, siendo los padres Cristóbal de Acuña y Francisco de Figueroa, junto con dos hermanos coadjutores, los que tomaron posesión de los solares y de las casas que habían comprado para la fundación del centro. Tuvo un funcionamiento regular hasta la expulsión jesuita de 1767.