Colegio jesuita en la antigua provincia de Paraguay y, a partir de 1683, perteneciente a la provincia de Chile.

En 1659, a partir de una misión enviada a la zona por los jesuitas, la propia ciudad de La Serena elevó una solicitud al rey Felipe IV de España pidiendo permiso real para la fundación de una residencia o de un colegio. A esto se oponía el fiscal de la Audiencia de Santiago, Alonso de Solórzano, aludiendo al reducido número de vecinos que tenía y a la existencia en ella de congregaciones religiosas como franciscanos y dominicos. Finalmente, ese mismo año recibieron el permiso para fundar una residencia y comenzar a ejercer el ministerio apostólico en esa zona. Tras dos años, tuvieron que abandonar la zona debido a una epidemia que asoló el lugar y evitó que se pudiera dedicar dinero a la construcción del colegio.

Doce años después, se retomó la idea de la construcción del Colegio en el mismo lugar gracias a la donación de unas casas a la Compañía por Ana Flores Santiago, donde se construyó el colegio en 1675. que perduraría hasta la expulsión de la Compañía de Jesús, contenida en la Pragmática Sanción de Carlos III y ejecutada en agosto de 1767.