Poeta, crítico literario y profesor, exiliado español. Desde 1935 se afincó en Barcelona. Su hermano era el también militante anarquista Félix Carrasquer, quien ejerció una gran influencia en Francisco a la hora de aproximarse a las ideas libertarias. Trabajó como docente en un Ateneo y participó junto al resto de sus hermanos en la creación de la escuela Eliseo Reclus. Con el estallido de la guerra civil se alistó a la Columna Durruti y posteriormente llegó a ser nombrado jefe de Estado mayor. Con el fin del conflicto bélico cruzó la frontera hasta Francia, siendo internado en los campos de concentración de Saint Nazare y Vernet. Cuando salió liberado trabajó en diversos empleos temporales en Nantes, Tolouse, Pau y Foix, hasta que en 1943 volvió de manera clandestina a España, ya que estaba siendo perseguido por los nazis. En Barcelona estuvo afiliado en el Comité Regional de la CNT de Catalunya, hasta que finalmente es detenido e ingresa en prisión durante medio año y posteriormente obligado a realizar el servicio militar en África a lo largo de tres años. En 1949 partió nuevamente al exilio, asentándose en Francia y estudiando psicología en la Sorbona. Trabajó durante un periodo de secretario de Interayuda Universitaria de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos, que correspondía a la confederación de todas las FUE. A partir de 1953 se asentó en Holanda, donde se doctoró con una tesis sobre Ramón J. Sender en la Universidad de Ámsterdam. Participó en el número monográfico dedicado a España de la revista De Nieuwe Stem (Nuevas voces) en 1960. Fue galardonado con el premio Nijhof en 1961 y en 1963 con el del Estado Belga. A partir de 1964 ejerció como docente en la Universidad de Leiden. Trabajó como colaborador de la revista Cuadernos del Ruedo Ibérico desde 1972. Con la vuelta de la democracia regresó a España, donde desarrolló una gran labor como intelectual y de esta forma impartió diversas conferencias, publicaba libros, colaboraba en revistas. En 1976 trabajó como director en el proyecto de investigación "Compromiso de los escritores españoles con el pueblo en la lucha por la libertad, desde 1868 hasta hoy". En el ámbito de la crítica literaria, su especialidad era Ramón J. Sender a quien trataba en una gran cantidad de libros y revistas como Alazet, Letras Peninsulares o Turia. A su vez investigó sobre autores oscenses como Ángel Samblancat, Acín o Felipe Aláiz en revistas como Polémica, Alazet, Papeles de San Armadans. También realizó trabajos de sus amigos de Ruedo Ibérico, como por ejemplo de Goytisolo en Ínsula y Anthropos y de José Martínez Guerricabeitia en Polémica y A Contratemps. Sus escritos de crítica literaria se publicaron en revistas como Trébede, Aula Libre, Andalán, Ferrol Análisis, Frente Libertario, Ideas- Orto, La Razón, Ruta de Caracas y Umbral. En el año 2006 logró el Premio de las Letras Aragonesas.