Magistrado y jurisconsulto español.

Hijo de Francisco Ignacio Lardizabal Elorza y de Isabel María de Uribe-Castejón. Hermano de Manuel de Lardizábal Uribe, entre otros.

Fue consejero del rey Carlos III, magistrado del Tribunal Superior de Granada y fiscal del Tribunal Supremo.

Reformador de la legislación criminal, influido por Beccaria, escribió el Discurso sobre las penas, contraído a las leyes penales de España, para facilitar su reforma (1782). Era hermano de Miguel de Lardizábal y Uribe, Ministro Universal de Indias con Fernando VII. Ambos fueron profesores en la influyente Real Sociedad Económica de Amigos del País de Vergara (Guipúzcoa). Se casó con María de la Cruz Montoya y Molina, con la que tuvo cuatro hijas.

Estudió bellas artes y filosofía, y recibió el grado de bachiller en teología por la Universidad de México. Después, se trasladó a la Península, logrando una formación completa en derecho en la Universidad de Valladolid, lo que le permitió, más adelante, ser recibido como abogado de la Chancillería y de los Reales Consejos. En 1770 se encontraba en Madrid donde fue nombrado académico supernumerario de la Real Academia Española; intentó sin éxito opositar a una cátedra de derecho en los Reales Estudios de San Isidro. En 1775 logró ser académico de número de la Real Academia. De manera paralela inició su obra escrita en relación con el derecho penal. Pasó por la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Granada y más adelante fue nombrado fiscal de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte y fiscal del Consejo de Castilla; ministro del Consejo, el ascenso de Godoy fue fatal para su carrera profesional. Sufrió destierro en 1794 y hay que esperar al siglo XIX para que vuelva a tener proyección pública. Fue uno de los integrantes del Consejo Reunido en Madrid (1808) que declaró la nulidad de las renuncias a la Corona y de la Constitución de Bayona, así como todas las actuaciones del gobierno intruso. Tras la vuelta de Fernando VII se reintegró en el Consejo y Cámara de Castilla. Colaboró en la edición bilingüe del Fuero Juzgo (1815), y fue nombrado por Fernando VII consejero honorario de Estado en la Junta Provisional Consultiva creada. Se manifestó contrario al alzamiento revolucionario liberal de 1820.

Su mejor herencia para la posteridad fue su obra de penalista, ya que su texto es el primer tratado específico de penología de la historia del Derecho. Su método para enumerar los caracteres generales de la pena fue más tarde acogido por los tratadistas y prevalece hasta nuestros días.