Canónigo, diputado liberal y poeta prerromántico. Hijo de Cristóbal Alfonso y Petra Naranjo, familia de extracción social media baja.

Realizó sus estudios gracias a la ayuda de amigos, de las rentas eclesiásticas, y aprovechando el traslado de su padre a la capital. Su padre despertó en él su preocupación por las ideas ilustradas, y la educación por parte del cura José Acosta, su afición por las letras clásicas. Decidió estudiar en el Seminario Conciliar de las Palmas, ya que obtuvo una beca en calidad de medio pensionista.

Tenía ideas ilustradas influidas por el racionalismo filosófico, la enseñanza de la física elemental y la agricultura, y el galicanismo. Fue nombrado catedrático de Filosofía en 1806, y más tarde, canónigo doctoral. Realizó estancias en Alcalá de Henares trabajando como profesor de Leyes y Cánones, donde tuvo problemas con la Inquisición por las lecturas de libros prohibidos, así como por las ideas que transmitía a sus alumnos. Su activismo fue notable, participando en pleitos, celebrando la abolición de la Inquisición y la Constitución de 1812, y escribiendo un edicto inspirado en los principios del catolicismo.

Fue elegido diputado a Cortes durante el Trienio Liberal. Firme defensor de la separación Iglesia- Estado otra de sus iniciativas fue el pacto con José Murphy por la unidad del archipiélago con una única capital y obispado con sede en las Palmas. Al ser uno de los votantes a favor de la incapacidad del Rey, se tuvo que exiliar a Venezuela (1823-1837). Defendió con fervor la libertad venezolana y en San Juan de Puerto Rico empezó a publicar y traducir obras.

Cuando se decreta la Amnistía en 1838 regresó a Canarias, componiendo "Oda al Teide", reincorporándose al cabildo eclesiástico, pero siendo igual de liberal, escribiendo sátiras contra Antonio María Claret, y traducciones como El rizo robado, y de clásicos de Sófocles y Virgilio.

Participó en la reforma educativa ocupando la cátedra de Retórica y Poética, en el Colegio de San Agustín, donde estudiarían más tarde personas tan ilustres como Benito Pérez Galdós.