Primer ducado de la Cerdeña española, su origen se remonta a la conquista aragonesa de la isla y su posterior señorialización. El título fue otorgado en 1614 a Pedro de Maza Lizana Ladrón de Vilanova, señor de la baronía de Castalla (Valencia). Sin embargo, este primer titular muere en 1617 sin descendencia directa, abriéndose litigio sucesorio pese a que su testamento dejaba cargos y honores Pedro Hurtado de Mendoza y Vega Luna, con la obligación de dar a su primogénito el nombre de Pedro Maza Ladrón y usar el blasón del linaje de los Ladrón. Después del pleito de tenuta con el duque de Béjar, Juan Hurtado de Mendoza (1555-1624) es nombrado II duque de Mandas y Villanueva (1617).