Marqués consorte de Pontejos. Hijo de Vicente Vizcaíno Pérez, fiscal de la Audiencia de La Coruña, y María Antonia Martínez. En 1807 dio inicio su carrera militar como guardia de corps. Una vez que se produjo el estallido de la Guerra de Independencia, se dirigió a Zaragoza donde José de Palafox le otorgó el grado de capitán de caballería. Pasó luego al Regimiento de la Maestranza en Valencia y fue teniente de dragones desde 1809. Tras la guerra se desligó de la vida militar, aunque en 1815 le habían conferido nuevo ascenso en el escalafón, y en 1816 recibió hábito en la Orden Militar de Santiago. El retiro definitivo llegó en 1819. En 1817 había contraído matrimonio con la marquesa de Pontejos, que le abrió el círculo social aristocrático.

Durante el Trienio Liberal se incorporó al Escuadrón de Caballería de la milicia nacional, donde llegó al grado de comandante. Debido a sus posturas liberales hubo de exiliarse en París tras el fin del trienio constitucional. Allí frecuentó al núcleo del liberalismo moderado lo que le fue de utilidad en su vida política al regresar a España. Regresó durante la regencia de María Crsitina en 1832, y dos años más tarde enviudó, con lo que se le empezó a conocer como marqués viudo de Pontejos.

Nombrado corregidor de la villa de Madrid en 1834, impulsó una modernización de la capital siguiendo el consejo de su amigo, Ramón Mesonero Romanos. Esas mejoras alcanzaron diversos aspecto, como la división en barrios y comisarías, la elaboración de un nuevo plano topográfico, la numeración y nomenclatura de las calles, el alumbrado, etc. Procurador en Cortes por La Coruña, fue nombrado gobernador interino de Madrid bajo el gobierno de Francisco Javier Istúriz. También fue Jefe Político de Madrid. En 1839 impulsó la creación de una Caja de Ahorros.

La heredera de sus bienes fue Joaquina, hija natural producto de su relación con Francisca Aulet.