Bailarina y profesora de danza española.

Hija de José Viñes Roda, ingeniero, y de María Soto Mijango. Hermana del pintor Hernando Viñes. Sobrina de Ricardo Viñes, concertista de piano, y de Eugenio Viñes, comerciante.

El compositor Erik Satie, amigo de su tío Ricardo, le dedicó la pieza para piano “Tyrolienne turque”, escrita el 28 de julio de 1913. Junto a sus padres, conoció al padre Donostia en 1920; desde entonces, asistió a los numerosos conciertos y actos que el fraile musicólogo y compositor organizaba.

En 1934 intervino con sus alumnos en el homenaje a Blasco Ibáñez que organizó el Comité France-Espagne en París, en la Sorbonne Université. En este evento participaron figuras como el compositor hispanista Henri Collet, la pianista Amparo Iturbi, el violinista Aghazarian, el violonchelista Motiel, y los cantantes Louis Morot y María Cid. Además, intervino la Orchestre Mondain, la Masa Coral Universitaria y el Trío Perelló; fueron programadas obras de Joaquín Nin, Antonio Torrandell, Enrique Granados e Isaac Albéniz. También en París, el 30 de marzo de 1936, se confió a sus alumnos las danzas en las tonadillas escénicas del siglo XVIII: “Los ciegos” de Luis Misón, “La Gitanilla en el coliseo” de José Castel y “Garrido enfermo y su testamento” de Pablo Esteve, que habían sido recuperadas por el musicólogo José Subirá e instrumentadas por Henri Collet. En esta función, actuaron figuras como la cantante María Luisa Azema, la bailaora La Joselito y la orquesta del Conservatorio de París que dirigió Fermin Touche. El 10 de junio de 1939, ofreció un concierto junto a sus alumnos en la Salle Cortot de la École normale de musique de París. En él, bailó las piezas “Caleseras” y “Danza de las odaliscas” que Joaquín Rodrigo le había dedicado. Entre sus alumnos, destacó Nathalie Gommes, conocida como Talia.

Residió en Saint Jean de Luz en la década de 1940, donde abrió una academia de baile; entre 1949 y 1967 mantuvo correspondencia con la pianista María Canals. También felicitó a Manuel de Falla la Navidad de 1934, junto a su padre y su hermano. Entre 1950 y 1954, donó un importante legado de su tío Ricardo al Museo de la Ciudad de Lérida, entre el que se encuentran más de treinta composiciones autógrafas del pianista y compositor. En 1975 estuvo presente en Lérida en los actos del primer centenario del nacimiento de su tío. En este evento se inauguró la Sala Viñes del Museo Morera y participaron el guitarrista Emilio Pujol, el compositor Ramón Barce y el pianista Pedro Espinosa.

Publicó los escritos “Souvenirs” y “Mis recuerdos del P. Donostia” (1986). Falleció en 1999.

Su correspondencia con María Canals se conserva en el Centro de Documentación del Orfeó Català (Barcelona).