Diplomático, catedrático, jurista e historiador del Derecho español.

Nació en Toledo en 1911, y en esta ciudad cursó sus estudios de primera y segunda enseñanza. Después, estudió magisterio en la Escuela Normal de Toledo. Se trasladó a Madrid, donde se licenció en Historia y se doctoró en Derecho. Entre 1934 y 1936 realizó estudios de postgrado en las universidades de Bonn y Tubinga. Durante la Guerra Civil Española fue profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, además de auditor del Cuerpo Jurídico Militar y vocal de la Comisión Jurídica Asesora del Ministerio de Gracia y Justicia. Finalizada la contienda sufrió la depuración franquista y se marchó al exilio. Pasó brevemente por un campo de concentración en Francia y en 1940 llegó a la República Dominicana, donde ejerció como catedrático de Derecho Romano e Historia del Derecho en la Universidad de Santo Domingo, hasta trasladarse en 1946 a México. Aquí estrechó su colaboración con Rafael Altamira y ejerció como profesor en la UNAM y en la Universidad Iberoamericana. Su actividad docente se extendería también a otras universidades americanas, en especial en Puerto Rico y Estados Unidos.

En 1958 entró a trabajar en la Organización de Estados Americanos (OEA), trasladándose a Washington. En la OEA ocupó primero el cargo de Secretario del Programa de Becas y Cátedras y, desde 1970, Director del Departamento de Asuntos Culturales y Secretario Ejecutivo para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Con la vuelta de la democracia a España recuperó la relación oficial con su país, aunque siguió establecido en Estados Unidos. En 1978 fue nombrado Agregado Cultural de la Embajada Española en ese país, cargo en el que se mantuvo hasta retirarse de la vida pública en 1986.

Fue nombrado doctor "honoris causa" por las universidades de Ceara (Brasil) y Guadalajara (México), recibió la medalla de oro de Castilla-La Mancha, fue caballero de la Orden de Carlos III y fue condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica. Falleció en 1990 en Washington, y sus restos reposan en la localidad toledana de Nambroca.

En 1978 Javier Malagón decidió donar a la ciudad de Toledo su biblioteca y su archivo, a través del Ministerio de Cultura. La biblioteca fue destinada a la entonces Biblioteca Pública de Toledo, y el archivo al Archivo Histórico Provincial. La documentación llegó desde Washington en julio de 1978.