Empresa italiana de cables telegráficos submarinos.

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Italcable se fundó el 9 de agosto de 1921 con el nombre de "Compagnia Italiana dei Cavi Telegrafici Sottomarini", fundada por Giovanni Carosio, un empresario de Arona que se había trasladado a Buenos Aires en 1900, con el objetivo de construir el primer cable submarino transatlántico para comunicaciones telegráficas que uniera Italia con Estados Unidos y Sudamérica. El 12 de septiembre de 1921 se firmó el primer convenio entre el Estado italiano y la Compañía Italiana de Cable Telegráfico Submarino.

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En 1925 se inauguraron las conexiones Anzio-Buenos Aires y Anzio-Nueva York (únicas en su género en aquella época), gracias también a la contribución financiera de ciudadanos italianos emigrados a Argentina, accionistas de Italcable. Al año siguiente, se convirtió en "Compagnia per Cavi Telegrafici Sottomarini" (Italcable).

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En 1941, la empresa adoptó el nombre de "Italcable" tras la fusión con la Italo Radio Company, ampliando su sector más allá de los sistemas telegráficos a los sistemas radiotelefónicos.

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Durante la Segunda Guerra Mundial, todos los cables submarinos al norte del ecuador fueron cortados o interrumpidos, por lo que Italcable sólo proporcionaba telecomunicaciones intercontinentales mediante radioenlaces. Al final de la guerra, con el tratado de paz firmado en el Palacio de Luxemburgo en 1947, Italia pudo reconstruir su red transoceánica de cables submarinos, que había sido cortada por los británicos en el Atlántico. En particular, recordamos las figuras del ingeniero Carlo Enrico Martinato y del ingeniero Cesare Fantò, que contribuyeron al renacimiento de las conexiones entre Italia y el otro lado del Atlántico.

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Con la llegada de las primeras telecomunicaciones por satélite, Italcable y la RAI (televisión estatal italiana) crearon Telespazio en 1961, cuyas figuras del ingeniero Piero Fanti y el ingeniero Cesare Benigni son recordadas.

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En 1965, Italcable entró en la órbita de STET, que poseía el 47,45% de su capital social. El resto estaba en manos del Banco de Italia (2,75%) y de accionistas minoritarios (49,80%). Stet financió la compra de Italcable gracias a las compensaciones recibidas de SIP - Società idroelettrica piemontese - tras la nacionalización de la electricidad en 1962.

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En los años setenta, Italcable creó la primera "ciudad intercontinental de las telecomunicaciones" de Italia en el barrio de Acilia, un suburbio del Municipio X, situado al suroeste de Roma. Estos Centros de Operaciones Intercontinentales (COA) de Italcable fueron diseñados por el estudio del arquitecto Pier Luigi Nervi. En los años siguientes, esta ciudad de las telecomunicaciones albergó los sistemas electrónicos de conmutación e informáticos más avanzados, y se convirtió también en un centro de formación profesional en telecomunicaciones intercontinentales, especialmente para los países en desarrollo.

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En los años siguientes, esta ciudad de las telecomunicaciones albergó los sistemas electrónicos de conmutación e informáticos más avanzados, y también se convirtió en un centro de formación profesional en el campo de las telecomunicaciones intercontinentales, especialmente para los países en desarrollo.

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En virtud del Convenio estipulado con el Ministerio de Comunicaciones, Italcable ofrecía servicios de telecomunicaciones de uso público, instalando y gestionando los equipos correspondientes, con la mayoría de los países no europeos. La empresa también era responsable de los servicios de telegramas con la mayoría de los países europeos.

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El Ministerio de Defensa italiano, en virtud de la importancia estratégica del servicio, garantizó la defensa del Centro de Operaciones, confiado por turnos semanales a los distintos departamentos destacados en Roma y su hinterland (por ejemplo, el SCA de Bracciano, la Escuela de Infantería de Cesano, etc.). Los militares de guardia se alojaban en estructuras prefabricadas, hacían uso de la cantina de la compañía y, armados con ametralladoras, montaban puestos de centinela en grandes torretas circulares de acero situadas a lo largo de las murallas.

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En 1983, Italcable contaba con 3.356 empleados y más de 11.575 accionistas, que poseían en total el 43,3 % del capital social: el resto estaba en manos de Stet. Cerró 1990 con una facturación de 708.000 millones de liras y 165.000 millones de beneficios.

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En 1994 se fusionó con Telecom Italia S.p.A. Su legado fue asumido por Telecom Italia Sparkle.