El Colegio del Espíritu Santo de Soria, se localizaba en el espacio que hoy ocupa el Instituto de Enseñanza Secundaria, de la ciudad, denominado Antonio Machado.

Se habían dado intentos previos de creación de un Colegio en la provincia en otras localidades, pero no llegaron a materializarse. Finalmente con la iniciativa de Fernando Padilla, prior del Cabildo de la Catedral de El Burgo de Osma, se funda el Colegio con la advocación de Espíritu Santo.

La llegada de los jesuitas se produce en 1576. Se alojan en un primer momento en unas casas junto a la Iglesia de Nuestra Señora del Espino, para instalarse después en el centro de la ciudad, en la que fuese Iglesia de San Sebastián.

Para la construcción de la primera fábrica del colegio, capilla y residencia, contaron con el patrocinio y donación de bienes de Doña Juana y Doña María de Mendoza. Esta se realiza en materiales modestos

En el S. XVII, se remodela con materiales de mayor calidad, pero en 1740 sufre un incendio. Aprovechando el momento de mayor esplendor de la Orden y recurriendo a los arquitectos propios de la compañía, se reconstruye con mayor grandeza.

Esta institución impartiría Latín y Retórica, en sus inicios y años más tarde Teología Moral. Contó con una rica biblioteca, en su mayor parte donada por el prior Padilla.

La construcción de la Iglesia no llegó a finalizarse pues, en 1767 con la Pragmática Sanción de Carlos III, cesa la actividad del Colegio y es desalojado.

Tras la expulsión de los jesuitas, el Colegio fue vendido en subasta pública, su patrimonio se dispersó, y en concreto su riquísima biblioteca se donó a la Universidad de Santa Catalina de Burgo de Osma, hoy se encuentra en el Seminario de Burgo de Osma.

El edificio a tenido distintos usos, primero escuela femenina, creada por la Asociación de amigos del País, hasta 1808, pues con la Guerra de la Independencia es ocupado como cuartel y hospital. Lo mismo ocurrió durante las guerras carlistas.

En 1840 se reabre el colegio jesuita, como Universidad de Santa Catalina y posteriormente como Instituto de Enseñanza superior. Hasta ahora, con el nombre de Antonio Machado, el que fuera catedrático de lengua francesa durante el curso 1907-1908.