La unión dinástica del reino de Aragón y el condado de Barcelona tiene su origen en la donación que Ramiro II, rey de Aragon, hizo a Ramon Berenguer IV, conde de Barcelona, de su hija Petronila como esposa, acompañada por el reino de Aragón. En virtud de este acto, el conde asumió plena potestad regia sobre Aragón, pero no el título de rey, que conservaron Ramiro y su hija. El matrimonio se materializó en 1150, y en 1157 nació el heredero Alfonso. Tras la muerte de su padre en 1162 y la renuncia de su madre en 1164, Alfonso 'El Casto' se convirtió en el primer rey de la Corona de Aragón.