Institución
1084
Orden monástica fundada por Bruno de Colonia en 1084. El origen de la orden estuvo en la cesión del lugar de Chartreuse por parte del obispo Hugo de Grenoble para que Bruno de Colonia y otros seis monjes viviesen en comunidad. El objetivo inicial de Bruno de Colonia no era fundar una nueva orden religiosa, pero su modelo generó numerosos imitadores.
Los cartujos carecieron de una regla durante sus primeros años de existencia: las Consuetudines no fueron redactadas hasta 1127 por Guigo, quinto prior de la Chartreuse. Los cartujos priorizaron la vida contemplativa, el silencio y la soledad, y restringieron al máximo los contactos con el exterior. No se permitió la acción pastoral.
En 1141 se celebró el primer capítulo general, que institucionalizó el funcionamiento de la Orden Cartujana. La cartuja fundacional, la Grande Chartreuse de Grenoble, asumió el gobierno de la orden y el prior de esta comunidad se convirtió en el padre general de los cartujos. A partir de 1217 se estableció la figura del visitador, encargado de inspeccionar periódicamente los monasterios para comprobar que se atenían a las reglas de la orden y corregir cualquier abuso. En el siglo XIV se crearon las provincias cartujanas, que agrupaban a varios monasterios con un solo visitador.
Las fundaciones cartujanas en España se iniciaron con la Cartuja de Scala Dei (1163). En Castilla, la primera cartuja fue el Monasterio de Santa María de El Paular (1390). Hasta el siglo XVII, se fundaron un total de 21 cartujas en España. Durante el Cisma de Occidente (1378-1418), la orden se dividió en dos: los cartujos españoles y franceses apoyaron a los papas de Avignon, mientras que los cartujos italianos y alemanes mantuvieron su obediencia a los papas de Roma. Esto llevó a la existencia de dos padres generales de la orden hasta que en 1419 se eligió a Francisco Maresme.
Durante los siglos XV y XVI se desarrolló una rivalidad entre Santa María de El Paular y la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla por el liderazgo de la provincia de Castilla. Los cartujos españoles también trataron de independizarse y mantuvieron diversos pleitos con la dirección de Grenoble desde finales del siglo XV. Finalmente, el papa Pío VI autorizó la creación de la confederación nacional de cartujas españolas el 10 de marzo de 1784 .
Los cartujos españoles tuvieron que abandonar sus monasterios varias veces en el siglo XIX. Primero fueron cerrados por las autoridades francesas durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Posteriormente, fueron clausurados durante el Trienio Liberal (1820-1823) por la Ley sobre monasterios y conventos de 25 de octubre de 1820. Finalmente, los decretos de exclaustración de 1835 y 1836 suprimieron todas las cartujas españolas y expropiaron sus bienes.
La reapertura de la Cartuja de Santa María de Miraflores en 1880 inició la restauración de la orden en España. Le siguieron las cartujas de Aula Dei de Zaragoza, Santa Maria de Montalegre, Porta Coeli de Serra y Nuestra Señora de la Defensión de Jerez de la Frontera. En 1967 se abrió la primera cartuja femenina española, el Monasterio de Santa Maria de Benifassà.
Real Decreto de 18 de agosto de 1809 disponiendo que todas las órdenes regulares, monacales, mendicantes y clericales existentes en los dominios de España queden suprimidas, según se expresa. Gaceta de Madrid núm. 234, de 21 de agosto de 1809, páginas 1043 a 1044.
Ley sobre monasterios y conventos de 25 de octubre de 1820. Gazeta del Gobierno núm. 123, de 29 de octubre de 1820, página 544.
Real Decreto de 25 de julio de 1835 suprimiendo los monasterios y conventos de religiosos que no tengan 12 individuos profesos, de los cuales las dos terceras partes a lo menos sean de coro. Gaceta de Madrid núm. 211, de 29 de julio de 1835, páginas 841 a 842.
Real Decreto de 11 de octubre de 1835 suprimiendo los monacales. Gaceta de Madrid núm. 292, de 14 de octubre de 1835, página 1157.
Real Decreto de 9 de marzo de 1836 suprimiendo todos los monasterios, conventos, colegios, congregaciones y demás casas de comunidad o de instituto religioso de varones, inclusas las de clérigos seculares, y de las de las cuatro órdenes militares y S. Juan de Jerusalén, existentes en la Península, islas adyacentes y posesiones de España en África. Gaceta de Madrid núm. 444, de 10 de marzo de 1836, páginas 1 a 3.
Aldea Vaquero, Quintín, Marín Martínez, Tomás y Vives Gatell, José: Diccionario de historia eclesiástica de España.- Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1972.
La Orden Cartujana en España. Asociación de Amigos de la Cartuja Baja