El Juzgado de Guerra de Valladolid, también conocido como Auditoría de Guerra de Valladolid, formó parte de la Capitanía General de Castilla la Vieja, asentada en Valladolid y estuvo compuesto por el Capitán General, quien ejercía como presidente recibiendo asesoramiento de un auditor letrado, además de un fiscal y un escribano que llevaba la gestión de las causas.

Producto del fuero militar regulado en las Ordenanzas de Carlos III del año 1768, este juzgado entendía de todas las causas militares comunes, tanto civiles como penales, en caso de que un militar de la Capitanía General fuera el demandado. Actuaba en primera y única instancia, aunque sus resoluciones podían ser apeladas ante el Supremo Consejo de Guerra.

La jurisidcción militar ordinaria será suprimida mediante los reales decreto del 19 y de 24 de julio de 1875, lo que supone la supresión de esta unidad.