Hija de Garci Lasso III Ruiz de la Vega, señor de la Vega, y de Mencía de Cisneros, señora de Castrillo, Guardo y Villoldo.

Fue señora de Carrión de los Condes, Santillana del Mar y Torrelavega.

Parece ser que fue educada en el monasterio de Santa Clara en Castrojeriz (Burgos), fundado por sus abuelos Garcilaso II de la Vega y Leonor González de Cornado y del que fue benefactora.

Casada en primeras nupcias con Juan Téllez de Castilla, II señor de Aguilar de Campoo, con quien tuvo a:

1º Juan de Castilla, llamado el Mozo, fallecido en 1392 siendo aún niño.

2º Aldonza de Castilla, que sigue la línea de los señores de Aguilar y Castañeda.

Tras enviudar de su marido en 1385, casó de nuevo en 1387 con Diego Hurtado de Mendoza, señor de Hita y Buitrago, aportando en su dote la villa de Carrión de los Condes y el señorío de las Asturias de Santillana. Con su segundo esposo tuvo varios hijos:

1º Garci Lasso de la Vega, que por las cláusulas testamentarias de su padre cambió su nombre a Juan Hurtado de Mendoza.

2º Elvira Lasso de Mendoza, casada con Gómez Suárez de Figueroa, señor de Feria y progenitores de los condes de Feria.

3º Íñigo López de Mendoza, I marqués de Santillana y progenitor de la Casa del Infantado.

4º Gonzalo Ruiz de Mendoza, señor de varias heredades en Tierra de Campos.

5º Teresa de la Vega, casada con Alvar Gómez Carrillo.

En 1432, Leonor Lasso de la Vega apoderó a sus hijos Íñigo, Gonzalo y Elvira para que otorgaran testamento en su nombre. En el mismo no incluyó a Aldonza, hija de su primer matrimonio, que entró en pleito con su madre y sus hermanos por los señoríos de Liébana, La Pernía y Campo de Suso, posesiones de su padre de las que Leonor de la Vega se apropió al quedar viuda de su marido Juan y cedió a su hijo Íñigo, segregándolos de la Casa de Aguilar en 1395 con licencia real. Sus dominios pasaron a su muerte a la Casa de Mendoza a través de su hijo Íñigo López de Mendoza, futuro I marqués de Santillana y propietario de un inmenso mayorazgo en el norte de Castilla. Los largos pleitos entre las dos familias: los marqueses de Aguilar y los duques del Infantado, se prolongaron hasta el siglo XVI sin obtener la vuelta de tales señoríos a la Casa de Aguilar.

Leonor de la Vega murió en agosto de 1432.