El título nobiliario fue concedido por el rey Carlos IV en 1796 a don Francisco Dusay y de Marí, Fivaller y Montserrat, noble de Cataluña. Titulo concedido con la denominación de Dusay, que se cambió por la actual.

Tras el fallecimiento, a mediados del siglo XIX, de la última descendiente de la rama Dusay catalana que ostentaba el titulo, éste pasa a la rama de origen valenciano, la familia Escrivá de Romaní, concretamente en la persona de José María Escrivá de Romaní y Dusay, III Marqués de Monistrol de Noya. Se corresponden con los apellidos: Dusay, Escrivá de Romaní.

En 1982 se expidió carta de sucesión a favor del Conde de Sástago, Grande de España.

El fondo documental se custodia en dos Archivos Estatales: el Archivo de la Nobleza (Toledo), dónde ingresó en el año 1994 procedente de la Sección Diversos del AHN (Madrid), adonde llegó por incautación de la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico el 1 de noviembre de 1937; el Archivo de la Corona de Aragón.

La documentación custodiada en el Archivo de la Nobleza, tras comprobar la relación de entrega de dicha documentación, firmada a 1 de noviembre de 1937, se comprueba que pertenece a los títulos nobiliarios de Marqués de Espinardo y Marques del Campillo de Murcia. Se ignora si estos dos títulos formaron parte del archivo de la casa Monistrol del que pudieran desgajarse en algún momento.

Por lo que se refiere a la documentación conservada en el Archivo de la Corona de Aragón, fue depositada por su propietario, el marqués de Monistrol, en 1971, mediante Acta-depósito conjunta con el Archivo de los Condes de Sástago formalizada en 1973.

Contiene la documentación de las familias y patrimonios unidos a la de los valencianos Escrivà de Romaní, antes de la unión de éstos con los Fernández de Córdoba, condes de Sástago. Se trata de los patrimonios de las familias Campredon, Dusay y Mari, radicados en Cataluña.