La fundación del convento se origina en un grupo de mujeres que residían en el pueblo de Aldeanueva de la Sierra (Salamanca). Cercana al pueblo había una finca conocida como El Zarzoso, propiedad de Gómez de Venavides quien decidió donarla y construir un monasterio de grandes dimensiones para estas religiosas.

Se comienza a construir en el año 1444 y una vez acabado el monasterio se le otorga la advocación de Nuestra Señora de Porta Coeli y del Santo Cristo de la Luz por deseo del benefactor y donante.

La familia de Gómez de Venavides favoreció durante generaciones a la comunidad de religiosas adscritas a la Tercera Orden Franciscana facilitando una vida contemplativa y exenta de problemas.

Iniciada la Guerra de Independencia (1808-1814), el monasterio fue utilizado como hospital por las tropas francesas.

Ya en 1835, con la aplicación de los decretos de exclustración de Mendizabal, la casa pierde sus propiedades extramuros y todos los derechos señoriales.

Superadas estas crisis, el monasterio y su comunidad ha logrado perdurar hasta la actualidad.

En 2015 recibieron a siete religiosas llegadas desde México ya que sólo residían en el monasterio tres mujeres de avanzada edad. Gracias a estas incorporaciones han podido evitar la supresión de la casa.

La comunidad se mantiene actualmente gracias a la elaboración y venta de dulces.