Eufrasia de Guzmán Asculi, Marquesa de Terranova, es la fundadora del convento de agustinos recoletos en Madrid. La fundación se produjo el 25 de frebero de 1596, a partir de una donación de terrenos con casas en la zona conocida por aquel entonces como Prado Viejo, su primer prior fue fray Juan de Vera. En las casas donadas se asentaron en un inicio, pero pronto comenzaron con las obras de un convento nuevo con templo y dependencias conventuales, en ello invirtieron los 30.000 ducados donados por su benefactora.

En 1599 la Villa de Madrid cercó la ciudad para evitar la llegada de la peste, con el nuevo trazado los recoletos quedaban fuera de la ciudad, por lo que pidieron que se rectificase para evitar el abandono de fieles, sus peticiones fueron atendidas. A principios del s.XVII tuvieron problemas debido a las deudas que dejó a su muerte la Marquesa de Terranova. El hijo de ésta cedió el patronato del convento para saldar dicha deuda, asimismo la comunidad de frailes se vio obligada a comprar terrenos que ya poseían anteriormente. No obstante, es en estos años cuando el convento empieza su etapa de expansión a partir de compras de huertas de la zona.

En 1662, a iniciativa del fraile Miguel de Aguirre, catedrático de escritura de la universidad de Lima, se construyó una capilla a Nuestra Señora de Copacabana, patrona de Perú. La capilla se completó el 21 de noviembre del mismo año con inclusión de la imagen de la virgen, que fue traida por Miguel de Aguirre de América. Fue de tanta importancia esta imagen, que el convento acabó siendo conocido por el nombre de la virgen.

En 1835 el convento cierra sus puertas debido a la aplicación de los decretos de exclaustración de Mendizábal. En 1837 se vendió en subasta pública, y fue el propio Mendizábal quien compró el solar. Actualmente en dichos terrenos se ubica la Biblioteca Nacional.