Persona
Villegas, Amparo (1885-1969)Otras formas
Salamanca (España) 1885-02-01 - Ciudad de México (México) 1969-06-19
Actriz de teatro clásico, cine, televisión y actriz de doblaje. Hija mayor de Francisco Fernández Villegas Hernández, doctor en Filosofía y Letras, periodista, escritor, crítico literario y adaptador teatral de obras clásicas, conocido por sus seudónimos de Zeda y Francisco Villegas, y de su esposa, la maestra Amparo Niño Villaverde, miembro de una conocida familia salmantina de aquella época. En 1884 sus padres eran los titulares del colegio de Primera y Segunda Enseñanza del número 14 de la calle Espoz y Mina de Salamanca, uno de los primeros en introducir en España el sistema pedagógico del alemán Friedrich Fröbel o Froebel, creador de la educación preescolar y del concepto de jardín de infancia. Sin ningún género de duda, el conocimiento de esta experiencia pedagógica salmantina de los padres de Amparo debió influir en el interés en la educación preescolar, las escuelas de párvulos y las bibliotecas escolares de su prima, Amparo Cebrián Fernández de Villegas, hija de su tía Concepción. Amparo Fernández de Villegas Niño nació en Salamanca (España). Aunque en la mayoría de las referencias biográficas suele señalarse el año 1890 como el de su nacimiento, el dramaturgo sevillano Álvaro Muñoz Custodio, que la dirigió en el Teatro Clásico de México, afirma que nació en Salamanca un día de febrero de 1885. Su abuelo materno, Faustino Niño, se había anunciado como profesor dentista en su establecimiento del Corrillo y como peluquero en el número 2 de la calle Toro de Salamanca y, a partir de 1874, en el número 55 de la Calle Mayor del Comendador de Béjar. Su abuela materna, Margarita Villaverde también era salmantina. De sus abuelos maternos conocemos también que vivieron en las proximidades de la peluquería y del establecimiento odontológico que regentaba el abuelo, en el número 3 de la calle de Sordolodo, la actual calle Meléndez. Por distintos testimonios, entre ellos el de la hija de su prima Amparo, la profesora Carmen de Zulueta, sabemos que la familia trasladó su domicilio desde la ciudad del Tormes a Madrid algunos años después, pues en 1897, al producirse el fallecimiento de su tío Cristino Cebrián Villanova, médico militar y profesor de la Escuela o Facultad Libre de Medicina de Salamanca, sus padres ayudaron a establecerse en la capital a su tía Concepción Fernández-Villegas y a los hijos menores de ésta, con los que Amparo y sus hermanas Pura, Concepción y Margarita compartieron aulas en el Instituto-Escuela de la Institución Libre de Enseñanza. Amparo Villegas era, por tanto, prima de las pedagogas salmantinas Dolores, Amparo y María (Antonia) Cebrián Fernández-Villegas, casadas respectivamente con los políticos Julián Besteiro (PSOE), Luis de Zulueta (AR e IR), Nicolás de Benito Alonso (IR) y Amadeo Ribó Simont (PSOE). Con el apoyo de su padre, Amparo Villegas comenzó su carrera de actriz en 1907 en el Teatro de la Princesa (en la actualidad denominado María Guerrero), contratada con 22 años por doña María Guerrero y su esposo, Fernando Díaz de Mendoza, como dama joven de la actriz María Tubau. Dos años después estrenaría en el Teatro Español de Madrid la primera adaptación moderna de La Celestina, compuesta por su padre, en la que tuvo el papel de Melibea. Esta representación supuso el lanzamiento definitivo de su carrera, en ascenso constante, trabajando junto a las más grandes figuras de su tiempo: María Guerrero, Rosario Pino, Emilio Thuiller y Enrique Borrás, hasta que se convirtió en primera actriz de quien ha sido considerado como el más completo y formidable actor teatral español del siglo XX: Francisco Morano. Amparo permanecería como primera actriz de su compañía desde 1912 hasta 1933, en que fallecería Morano. Con él interpretaría las primeras actrices del repertorio clásico, romántico y moderno por toda España, África del Norte y América del Sur. En la compañía también trabajó como actriz de reparto su hermana Pura. Al fallecer Morano, en 1934 trabajó en diversas obras en la Compañía de Antonio Vico y Carmen Carbonell, ahora ya como actriz de carácter. En 1935 hizo el papel de Madre Abadesa en la película cinematográfica Currito de la Cruz, dirigida por Fernando Delgado. Iniciada la guerra civil, fue contratada por la compañía de Pepita Díaz y Manuel Collado para una gira por América. Carmen de Zulueta relata en su libro "La España que pudo ser" el encuentro con la compañía teatral en Bogotá en el verano de 1938, ciudad en la que se encontraba ya exiliada con sus padres, Amparo Cebrián y Luis de Zulueta, el reencuentro con Alejandro Casona, con su esposa Rosalía Martín Bravo, su maestra de primaria, y con Amparo, la prima de su madre, apartada de la familia desde hacia años por lo que ella llama "razones de moralidad". El encuentro supuso el reinició la relación familiar. En Bogotá conoció la noticia de la muerte de su tía Concepción Fernández Villegas en Paris, en febrero de aquel año 1938, la detención de su prima María (Antonia) en julio de 1936, su posterior puesta en libertad tras el pago de una multa de 2.000 pesetas, y la inhabilitación profesional como profesor de Francés de su marido, Nicolás de Benito. Al disolverse la compañía, Amparo se quedó exiliada en México, donde coincidió con sus hermanas Pura y Margarita, esta última viuda ya del malogrado José Robles Pazos, traductor de la obra de John Dos Passos. Allí trabajó con María Teresa Montoya, Prudencia Grifell Masipon, Pepita Melià y Virginia Fábregas. En 1944 formaría parte del primer grupo de actores mexicanos que fueron a Nueva York para doblar al español películas de la Metro-Goldwin-Mayer para el mercado iberoamericano, ciudad donde residió durante dos años. Al finalizar ese contrato como actriz de doblaje, fue contratada durante unos meses por la Universidad de Río Piedras de Puerto Rico. A su regreso a México, retomó su carrera como actriz clásica, formando parte de diversas compañías, entre las que destacan la de Pepita Melià y Benito Cibrián, el Teatro Español de América de Cipriano Rivas Cherif y el Teatro Clásico de México de Álvaro Custodio. Con este último tendría su último gran éxito nuevamente con el papel de Celestina, además de representar, entre otras, obras de Lope de Vega, Calderón, la Medea de Unamuno o Bodas de Sangre de Federico García Lorca. También prodigaría sus actuaciones como actriz de cine en El Capitán Centella, Pedro Páramo, Una mujer en la calle, por la que recibió el premio Ariel a la mejor interpretación femenina, o la polémica Fando y Lis, con texto de Fernando Arrabal y dirección de Alejandro Jodorowsky. Su participación fue notable en una larga serie de telenovelas del nuevo medio emergente como "Mi esposa se divorcia", "Gran teatro" o "Detrás del muro". Durante su etapa mexicana, a la que llegó ya consagrada como una de las grandes de la escena española de la época, Amparo Villegas consiguió también escribir su nombre con letras de oro en la historia del teatro, televisión y cine mexicano, lo que no impidió su participación activa y con asiduidad en las reuniones y actividades organizadas por la Corporación de antiguos alumnos de la Institución Libre de Enseñanza, del Instituto Escuela y de la Residencia de Estudiantes de Madrid, Grupo de México. Amparo Villegas falleció en la ciudad de México el 19 de junio de 1969. Su amigo Álvaro Muñoz Custodio, antiguo miembro de La Barraca de García Lorca, en una necrológica de la actriz afirmó que "fue una de las más profundas y expresivas actrices de la escena hispanomexicana. Por otra parte, su cultura era extensísima y tradujo varias comedias y libros del francés. Su carácter abierto y su integridad artística y moral hicieron de ella no solo una maravillosa actriz, enamorada de su profesión, sino una amiga y compañera inolvidable".
Fecha del evento: 1936 - 1939