El convento de Santiago de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara, ahora inexistente, se localizaba en la calle Mayor de Sigüenza, junto a la Iglesia de Santiago y cercano a la de San Vicente, en la zona alta de la ciudad.

Su fundación se llevó a cabo, en las que fueran casas de Diego de Villanuño, servidor de la Casa Mendoza, Mayordomo del Cabildo de la Catedral y Alcalde. A la muerte de este y su mujer, sus hijas, María y Catalina, de vida recogida y piadosa, deciden crear un beaterio en este espacio, que mantendrían con la herencia de sus padres. Esto ocurriría a principios del S.XVI, posiblemente en 1523.

Para ello, suplicaron al Sumo Pontífice que, aprobase una fundación monástica para convertir en Convento la casa en que moraban. El Papa Adriano VI accedió a la petición, enviando al efecto un Breve que había de ejecutar el Sr. Obispo de Sigüenza, entonces D. Fadrique de Portugal, disponiendo que fuese Casa de Beatas de la Orden Tercera de San Francisco. El Prelado nombró Abadesa a Doña María y Priora a Doña Catalina, autorizando la admisión de religiosas.

Con el tiempo solicitarían al Cabildo de la ciudad, el uso de la vecina Iglesia de Santiago, como templo conventual, estos accederían sin renunciar a su propiedad. Se las comenzó a conocer como Beatas de Santiago y posteriormente de Santa Clara.

Poco más conocemos del desarrollo de este convento, que comienza a verse afectado por los conflictos políticos e históricos del país, durante la Guerra Civil española (1936-1939). Con el estallido de la Guerra el convento es ocupado por un batallón comunista, y utilizado como cuartel. Cuando regresa la comunidad, el convento ha sido incendiado. La comunidad decide rehabilitarlo, pero durante las obras el templo es bombardeado ahora por el bando «nacional», según fuentes. Aún así, aquí permanecerán hasta 1943, año en el que la comunidad se traslada a su localización actual en la Alameda, junto a la Iglesia de los Huertos.

La fábrica del antiguo convento es ahora una casa particular.Y la Iglesia de Santiago, que utilizaba el convento, después de años de abandono fue restaurada en 2012 y ha abierto sus puertas al público como centro cultural.