El deseo de levantar y patrocinar este cenobio corresponde a los primeros Condes de Chinchón, aunque no se concluyera hasta su quinto heredero. Fundado en 1653 por Inés Pacheco (1537-) y Diego Fernández Cabrera Bobadilla. No es hasta octubre de 1596 cuando se firman los contratos de obras (Con Juan de Heras(Muy posiblemente de segundo apellido Bocerraiz), Pedro de Pedrosa y Juan de Bozarraiz, maestros canteros y de albañilería) comenzando estas al año siguiente, en las que participan Nicolás Vergara "El Mozo"(1540-1606), maestro mayor del Arzobispado de Toledo y el padre jerónimo Antonio de Villacastín (1512-1603)). Hay fuentes que aseguran que las obras no comenzaron hasta 1606. .

En 1653 llegan monjas del monasterio de las Descalzas Reales.

El precioso retablo churrigueresco que contenía un cuadro de la Inmaculada de Francisco de Rizzi (1614-1685), fue incendiado y destruido en la guerra civil. El 21 de julio de 1936 las monjas tienen que abandonar la clausura para ir a casa de sus familiares y conocidos. El convento se usó como cuartel miliciano durante la contienda, volviendo a él sus primitivas residentes el 14 de marzo de 1940.

El convento no había sufrido anteriormente mayores daños, ni durante las Guerras de Sucesión entre el Archiduque Carlos y Felipe V, ni durante la invasión francesa, pues los soldados lo abandonaron intacto al no encontrar a las religiosas en él.

En el año 1995 se lleva a

cabo la penúltima restauración, colocándose un nuevo retablo procedente del convento Madre de Dios de Toledo.

Entre los años 2007 y 2009 la Dirección General de Patrimonio Histórico ha sufragado diferentes actuaciones tanto en la iglesia como en el retablo actual, que fue colocado allí en 1995.

En el coro de la iglesia se encuentra el panteón de los V Condes de Chinchón. En 1816 dieron sepultura al pequeño ataúd que recogía los restos de Luis Antonio de Borbón (1727-1785), profanado anteriormente por los franceses. Francisco Fausto Fernández de Cabrera y Bobadilla (1629- 1665) ordenó en su testamento ser enterrado con las religiosas.