Decreto de expulsión de los moriscos que habitan en los reinos de Castilla remitido a la villa de Pastrana y diligencias de su cumplimiento.
OSUNA,C.2709,D.54
1610-07-10 , Aranda de Duero (Burgos, España) - 1610-08-04 , Pastrana (Guadalajara, España)
Unidad Documental Compuesta
ES.45168.AHNOB/1//OSUNA,C.2709,D.54
Incluye: - Ejemplar impreso del decreto de expulsión de los moriscos del reino de Castilla, con la diligencia manuscrita de ser copia del original, en Madrid a 1 de agosto de 1610, por Sebastián de Medina, escribano de la comisaría general. - Diligencia del corregidor de Patrana, el Licenciado Robles de Sierra, de acatarla y cumplirla. de 4 de agosto de 1610. - Diligencia de haberse pregonado en las plazas y mercado de ese mismo día. La expulsión de los moriscos decretada por Felipe III, que fue realizada en varias fases, la primera en Valencia el 9 de abril de 1609, seguida de la de Aragón y Castilla en 1610, y pretendía dar una solución drástica a la existencia de una minoría que, aunque convertida al cristianismo, seguía familiarizada culturalmente con el Islam, y que politica y socialmente era sentida como una amenaza para la Monarquía, siendo considerados como una quinta columna, ya que se les vinculaba con la piratería berberisca y el imperio otomano. Sin embargo, esta expulsión no se realizó de manera uniforme en todos los Reinos. Visto los efectos en el Reino de Valencia, la nobleza castellana y aragonesa luchó para evitar la sangria para sus señorío de la salida de esta población, incluyendose en el decreto de Castilla una serie de excepciones (esclavos, clérigo, frailes o monjas u otras excepciones como moriscas casadas con cristianos viejos, que se utilizaron como artimañas para evitar la salida del reino). Los efectos de la expulsión supuso la pérdida de entre 270.000 y 320.000 personas. En términos generales, estas cifras solo significaban el 4% de la población estimada en los reinos peninsulares de la Monarquía Hispánica, no obstante, sus efectos no fueron homogéneos, puesto que en algunos territorios, como Valencia, la expulsión supuso la pérdida de hasta el 33% de la población, quedando algunas comarcas prácticamente despobladas, y por tanto, muchos señores sin vasallos. En consecuencia, la economía se vio resentida en aquellos lugares más afectados por la pérdida demográfica, puesto que con ellos se perdió una importante masa de trabajadores en el sector agrícola, artesano y de transporte.
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Español (Alfabeto latino). Tipo de escritura: Impresa, Procesal.
Castilla (reino, jurisdicción antigua, España)
Restaurado
Digitalizado
Este documento fue pre-seleccionado para EXILIOS, CORRIENTES MIGRATORIAS Y SOLIDARIDAD, exposición del proyecto "European Digital Treasures", financiado por el Programa Europa Creativa de la Unión Europea.