Don Manuel de Andino, subteniente retirado de Infantería, y doña María del Carmen Casado, su esposa, se quejan de la escandalosa conducta del intendente de aquella isla, don Mariano Sisto, que ha seducido a una hija de los exponentes, negándose a reconocer el hijo que ésta ha tenido. Acompaña un informe del Consejo de Indias